Devocional diario de Rick WarrenMuestra

Vale la pena restaurar las relaciones

Siempre vale la pena restaurar las relaciones.

La vida se trata de aprender a amar y Dios quiere que valoremos las relaciones y hagamos cada esfuerzo por mantenerlas y no desecharlas cuando hay algún malentendido, una herida o un conflicto.

El apóstol Pablo enseñó que nuestra habilidad de llevarnos bien con otros es una marca de madurez espiritual. Debido a que Cristo quiere que Su familia sea conocida por el amor de unos a otros, el compañerismo roto es un testimonio vergonzoso hacia los no creyentes. Esta es la razón por la que Pablo estaba tan avergonzado de que los miembros de la iglesia de Corintio se estaban dividiendo en partes en guerra y hasta llevándose unos a otros a corte.

Él escribió: "Digo esto para que les dé vergüenza. ¿Acaso no hay entre ustedes nadie lo bastante sabio como para juzgar un pleito entre creyentes?" (1 Corintios 6:5 NVI). Él estaba sorprendido de que nadie en la iglesia fuera lo suficientemente maduro para solucionar el problema.

Si quieres la bendición de Dios en tu vida y quieres ser reconocido como un hijo de Dios, debes aprender a ser un pacificador. Jesús dijo: "Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios" (Mateo 5:9 NVI).

Jesús no dijo: "Benditos los que aman la paz, porque todos aman la paz". Tampoco dijo: "Benditos los pacíficos a los cuáles nada les perturba". Jesús dijo: "Benditos los que procuran la paz, aquellos que activamente buscan resolver conflictos".