La esperanza de la NavidadMuestra

La lista de Navidad de Jesús Lee los versículos de hoy. Durante más de cincuenta años mi familia ha seguido la tradición de celebrar una fiesta de cumpleaños para Jesús. Comenzó cuando yo tenía tres años y le pregunte a mamá: «¿Qué es la Navidad?». Ella me dijo que era el cumpleaños de Jesús. Con la lógica aplastante de un niño de tres años le dije: «¡Deberíamos celebrar una fiesta de cumpleaños!». Y lo hicimos, con tarta de cumpleaños, refrescos, canciones, pastel y velas. Ya llevamos cuatro generaciones manteniendo esta tradición. La fiesta de cumpleaños de Jesús se ha convertido en un tiempo consagrado en el que leemos el relato de Navidad y compartimos aquello por lo que estamos agradecidos y aquello que le estamos entregando a Jesús, que es una de las partes más memorables de la celebración. Solemos excluir a Jesús de la Navidad. Imagina que te organizo una fiesta e invito a mucha gente. Todos traen muchos regalos, pero los invitados se intercambian los regalos entre ellos y a ti no te dan nada. Eso es la Navidad: le damos regalos a todo el mundo menos a Jesús. Pero seamos honestos. ¿Qué le darías al Dios que lo tiene todo? En realidad, Jesús no lo tiene todo. Hay cuatro cosas que Jesús no tendrá a menos que se las entregues en esta Navidad: Entrégale tu confianza. La fe es cuestión de voluntad. Jesús no tendrá tu confianza a menos que se la entregues a él. Él nunca te obligará. Haz de Jesús lo primero en tu vida. Si algo o alguien que no es Jesús ocupa el primer lugar en tu vida, se trata de un ídolo. En esta Navidad elije decide poner a Jesús primero en tus finanzas, intereses, relaciones, horarios e incluso en tus dificultades. Entrégale tu corazón. Tu corazón es lo que amas, lo que valoras, lo que más te importa. Jesús dice: «Pues donde tengáis vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.» (Lucas 12:34 CST). Una buena manera de entregarle tu corazón a Jesús esta Navidad es ofreciendo tus recursos a su obra. Jesús no necesita tu dinero, pero sí quiere lo que representa, que es tu corazón. Trae a otras personas a Jesús. Dios desea más una familia que cualquier otra cosa esta Navidad; quiere hijos que elijan amarle y confiar en él. Esta es la razón por la que celebramos la Navidad. Preséntale Jesús a alguien en esta Navidad. Cuéntale a alguna persona lo que Jesús ha hecho en tu vida. La Biblia nos dice que los sabios, cuando visitaron a Jesús en la primera Navidad, no le dieron sus sobras, sino tres regalos muy valiosos e importantes: «y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra» (Mateo 2:11 NVI). Al entregarle a Jesús tu confianza y darle el primer lugar en tu vida, al entregarle lo que tú valoras a su obra y traer personas a él, le ofreces regalos mucho más valiosos que los que le trajeron los sabios. Así que en esta Navidad deseale a Jesús un «feliz cumpleaños». Dale lo mejor.