Devocional Del Día | Mayo预览

Perdiendo la visión.

1 Samuel 11:1-4

Ahora bien, Nahas el Amonita [rey] subió y sitió a Jabes-galaad; y todos los hombres de Jabes dijeron a Nahash: "Haz un tratado [de paz] con nosotros y te serviremos". Pero Nahas el amonita les dijo: “Haré un pacto con ustedes con esta condición, sáquenle el ojo derecho a cada uno de ustedes, y hagan que sea una vergüenza para todo Israel”. Los ancianos de Jabes dijeron a Nahash: “Danos siete días para que enviemos mensajeros por todo el territorio de Israel. Entonces, si no hay nadie que nos salve, saldremos [y nos entregaremos] a ti”. Entonces los mensajeros llegaron a Gabaa de Saúl y dieron la noticia al pueblo; y todo el pueblo alzó su voz y lloró en voz alta.

Los amanitas eran un pueblo que constantemente vemos en guerra contra Israel, Jades-galaad es una ciudad israelita, los hombres de esta ciudad están acorralados a tal grado que le dicen al rey Amonita, haz un trato con nosotros y te serviremos, pero él lo que les dice es: Si quieren un trato sáquense el ojo derecho. En primera instancia que cruel, y que difícil, tienen dos opciones o mueren en guerra, o son esclavizados y sin un ojo.

¿Qué significa que se sacaran un ojo?, debemos recordar que ellos eran hombres de guerra, al quitarles el ojo, los ponían vulnerables, los inhabilitaban para la guerra, perdían la visión.

Cuando el enemigo te acorrale lo que buscará será matarte, pero si no puede lograrlo, lo que buscará será quitarte la visión.

No permitas que el enemigo te quite la visión. Abre tus ojos ante tu adversidad y date cuenta que Dios ya ha ganado la batalla.

Medita: ¿Te has dado cuenta que el enemigo quiere quitarte la visión?