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Libérame de mis mayores temores: Sepultura

El acto del funeral y la sepultura es muy importante en todas las culturas. En el nuestro, se verán ataúdes con cerradura de tornillo, un largo desfile de vehículos con las luces encendidas, bóvedas de concreto, flores en la tumba, tapete verde alrededor del cual se congregan los dolientes, lápidas de granito pulido con los nombres y dos números muy importantes de cuatro dígitos.

Toda la escena es solemne, de respeto y un poco espeluznante. Por mucho que tratemos de embellecer el negocio de la muerte, sabemos que hay gran cantidad de fingimiento. Nuestro ser amado no está durmiendo una siesta en una costosa cama de acero o caoba; los cementerios no son simplemente encantadores sitios para ir de picnic. Las tumbas contienen las víctimas de la guerra de la humanidad contra Dios. Ya sea que las personas hayan muerto por enfermedad, accidente o vejez, están pagando el muy alto precio por el pecado.

Sólo Dios tiene la solución. ¡Y qué solución! Él va a deshacer todo: “Y destruirá en este monte la cubierta tendida sobre todos los pueblos, el velo que envuelve a todas las naciones. Destruirá a la muerte para siempre” (Isaías 25:7,8).

¿Lo entendió? La fe en Jesús lo hace a usted inmortal en alma y cuerpo; la muerte morirá el día en que Jesús vuelva, y jamás lo volverá a intimidar. Los empresarios de pompas fúnebres tendrán que buscar otro trabajo en el cielo.