Fundamentos: Una Vida Saludable Con Dios.Muestra

La multiplicación como fruto natural.

Oración inicial:

Señor, despierta en mí el deseo de compartir Tu amor y hacer discípulos, como tú me mandaste. Amén.

Mateo 28:19 (RVR60)
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones…”

Reflexión:

Todo lo que está vivo: crece.
Y todo lo que crece: se multiplica.

Jesús no nos llamó solo a recibir, sino a transmitir. El evangelio no es un tesoro para guardar, es una noticia demasiado buena como para quedárnosla.

Cuando Jesús resucitó, su última orden fue clara: Ir, hacer discípulos y compartir lo que Él enseñó.

Esa es la misión del cristiano. Y la multiplicación no es resultado de estrategias humanas, sino del poder del Espíritu Santo obrando a través de personas disponibles.

A veces pensamos “cuando tenga más biblia”, “cuando esté más preparado”, “cuando sea más santo” ; pero Dios siempre ha usado personas comunes para transformar vidas.
Los discípulos eran pescadores pero su obediencia encendió un movimiento imparable.

La multiplicación ocurre cuando:

• Oramos por alguien.
• Servimos con amor.
• Compartimos nuestra fe.
• Caminamos con una persona hacia Cristo

No se trata solo de traer gente a la iglesia sino de formar discípulos que también hagan discípulos. Este es el fruto que el Padre busca en nosotros: vidas transformadas por nuestro testimonio.

Hoy el Señor te dice: multiplica lo que Yo he puesto en ti; tu historia, tu restauración, tu gracia recibida alguien más la necesita.

Contesta con intención:

• ¿Quién me compartió de Cristo? ¿Quién me discipuló?
• ¿A quién puedo llevar hacia Jesús?
• ¿Qué paso práctico puedo dar hoy para multiplicar mi fe?

Haz una lista de nombres y ora por ellos.

a) Reconocer:
Señor, reconozco que muchas veces he guardado para mí lo que Tú me diste.

b) Entregar:
Rindo mi temor, mi inseguridad y mi comodidad.

c) Obedecer:
Me dispongo hoy a compartir el evangelio y acompañar a alguien hacia Jesús.

Dedica 2–3 minutos por cada paso.

Declaración bíblica del día:

¨Voy a hacer discípulos y a multiplicar lo que Cristo ha hecho en mí.”

Decláralo con convicción y propósito.