Fundamentos: Una Vida Saludable Con Dios.Muestra

LA IMPORTANCIA DE LA UNIDAD.

Oración inicial:

Señor, hoy abre mi corazón para aprender a caminar en unidad contigo y con mis hermanos. Amén.

Efesios 4:3 (RVR60)

"Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”

Reflexión:

La unidad refleja a Cristo. La vida cristiana no fue diseñada para vivirse en soledad. Somos parte del Cuerpo de Cristo, miembros los unos de los otros (Romanos 12:5). Sin embargo, el enemigo sabe que cuando estamos unidos, somos fuertes, y por eso su estrategia constante es dividir.

Pablo nos exhorta a trabajar diligentemente (solícitos) para guardar la unidad que el Espíritu Santo ya nos dio. Es una batalla diaria contra el orgullo, el ego, la crítica, la comparación y la indiferencia.

La unidad no es ausencia de diferencias, es presencia de humildad. No todos pensamos igual, no todos caminamos igual, pero todos tenemos un mismo Señor, una misma fe, un mismo Padre que nos hizo familia espiritual.

Cuando elegimos la unidad:

• Cristo se hace visible.
• La iglesia se fortalece.
• El mundo reconoce que somos discípulos de Jesús (Juan 17:21).

Pero cuando hay división:

• Se frena el crecimiento espiritual.
• Se apaga el mover del Espíritu.
• Se daña el testimonio del evangelio.

Guardar la unidad requiere esfuerzo intencional:

• Perdonar rápido.
• Amar profundo.
• Servir con alegría.
• Valorar a los demás por encima de nosotros mismos.

Hoy Dios nos llama a ser constructores de puentes, no de muros. A sanar relaciones, no a romperlas. A hablar vida, no a apagar corazones.

La unidad no es una opción cristiana… es un mandato del cielo. Y cuando la abrazamos, Cristo resplandece en nosotros.

Tómate unos minutos para responder:

1. ¿Qué actitud en mí está dañando la unidad con otros?
2. ¿A quién necesito perdonar, honrar o acercarme de nuevo?
3. ¿Estoy colaborando con Cristo… o con la división?

Medítalo con sinceridad delante del Señor. Cuando hayas reflexionado en estas preguntas, llevadas a la oración con estos pasos:

1) Reconocer:
Señor, reconozco que mis actitudes, palabras o silencios han afectado la unidad.

2) Entregar:
Te entrego mi orgullo, mis heridas y mis juicios. Lléname de tu paz.

3) Obedecer:
Muéstrame qué paso debo dar hoy para restaurar la unidad con alguien.

Declaración bíblica del día:

"Soy un hijo de Dios llamado a la unidad. Caminando en el vínculo de la paz.”

Efesios 4:3 (RVR60) "Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”

Decláralo una sola vez, en oración, con convicción y entendimiento.