¡Prepará tu vida para lo que viene!Muestra

Ordená tu vida – Día 3

Una de las primeras cosas que hizo Nehemías al llegar a Jerusalén fue observar y ordenar. No comenzó a construir de inmediato, sino que evaluó el daño y planificó. Entendió que la reconstrucción requería dirección, no solo entusiasmo.

En Nehemías 2:13-15 vemos que recorrió los muros de noche, analizando cada parte antes de actuar. Eso nos enseña algo clave: Dios bendice lo que está ordenado.

El profeta Elías también entendió esto cuando, antes de que cayera fuego del cielo, reparó el altar del Señor (1 Reyes 18:30). No hubo fuego sin orden. Primero reconstruyó el lugar de adoración, y luego Dios se manifestó con poder.

A veces pedimos que Dios “encienda el fuego”, pero Él primero quiere que reparemos el altar: nuestra comunión, nuestras prioridades, nuestro tiempo.

En la vida cotidiana, es como querer llenar un vaso sucio o agrietado. No importa cuánta agua pongas, si no se limpia primero, no podrá contener lo nuevo. Así también, antes de que Dios derrame algo mayor, necesita poner en orden lo que ya tenés.

Ordenar no es fácil, pero es una señal de madurez espiritual. No se trata de ser perfecto, sino de estar dispuesto a permitir que Dios acomode lo que está fuera de lugar.

Habla con Dios y abrí tu corazón:
Señor, quiero que mi vida esté en orden delante de vos. Mostrame qué cosas debo ajustar y dame la valentía para hacerlo. Que cada decisión, relación y paso estén alineados con tu propósito. Amén.

Te invito a pensar en lo siguiente:
¿Qué áreas de tu vida necesitan orden antes de avanzar al siguiente paso?
¿Estás permitiendo que Dios acomode tus prioridades?

Próximamente en el día 4: Depende lo que Dios te dio
Mañana veremos cómo sostener lo que Dios te confió aun cuando enfrentes ataques, críticas o cansancio.