CULTURA DE ORIGEN Devocional 21 díasMuestra

Día 7 — CONFESIÓN: El camino de regreso a casa
“Te manifesté mi pecado, Y no encubrí mi iniquidad. Dije: «Confesaré mis transgresiones al Señor»; Y Tú perdonaste la culpa de mi pecado. ” Salmo 32:5 (NBLA)
Confesión es una de esas palabras que cargan más miedo que esperanza. Cuando la escuchamos, pensamos en vergüenza, exposición, culpa, castigo. Pero el Salmo 32 nos revela algo completamente distinto, la confesión no es el fin del camino; es el inicio del regreso a casa.
La melodía termina en alegría…no en condenación.
La confesión no es un acto para convencer a Dios; es la acción de despertar. Como el hijo pródigo que “volvió en sí”. No confesamos para que Dios nos ame, confesamos porque ya somos amados; pero hemos vivido desalineados de ese amor.
El salmista lo describe con brutal honestidad: “Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se consumió, mi vitalidad se desvanecía.”
La finalidad de la vergüenza es desintegrarnos, asfixiarnos y engañarnos para que nos escondamos.
Lo que ocultamos nos termina colapsando, y lo que confesamos nos abre la puerta a restauración.
Cuando reconocemos, nombramos y decimos la verdad, recibimos el regalo de libertad.
Confesar no es hundirnos, es despertarnos.
No es castigo, es claridad.
No es exposición para dolor, es intercambiar dolor por libertad.
Nuestra peor pesadilla no es haber fallado; es vivir como si no hubiera manera de regresar.
Pero el Evangelio insiste en que siempre hay camino de vuelta.
Confesar es volver al origen, a la Cultura del Jardín, donde no necesitamos cubrirnos con hojas ni escondernos entre los árboles.
Y la respuesta del Dios de Misericordia siempre la misma, el es Fiel y Justo para perdonar.
Confesar no nos expulsa del abrazo, nos permite sentirlo otra vez. La confesión es un regalo que podemos practicar todos los días; y siempre resulta en libertad.
Pregunta para hoy:
¿Qué verdad necesitas decir, ante Dios y ante ti mismo, para regresar a la libertad que Él ya preparó para ti?
Acerca de este Plan

CULTURA DE ORIGEN “Un viaje de 21 días para volver al origen a través de palabras restauradas.” En este plan redescubriremos palabras que hemos reducido o temido, pero que fueron diseñadas para despertar vida: shalom, santidad, fe, pecado y más. Es un regreso al Jardín, a la bendición inicial. Cada día meditaremos en una palabra para recordar quiénes somos y vivir desde plenitud, no desde fragmentación.
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Nos gustaría agradecer a Iglesia Ancla por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/iglesiaanclatj/?hl=es









