CULTURA DE ORIGEN Devocional 21 díasMuestra

Día 6 — PECADO: Lo que intenta alejarnos de la buena vida

“Porque todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios…” Romanos 3:23 (NBLA)

La palabra pecado carga muchísimo peso. Ha sido tan usada, tan negativa y tan manipulada, que para muchos se convirtió en vergüenza, culpa y miedo. Decir “pecado” puede ser la forma más rápida de levantar barreras y terminar conversaciones.

Pero pecado no es una etiqueta para condenarnos; es una alarma, una invitación a regresar al origen.

“Andar en pecado” es perder contacto con nuestra identidad amada. Es alejarnos de la vida para la cual fuimos creados. Es olvidar quiénes somos.

El pecado no le cambia el corazón a Dios, pero sí hiere el nuestro.

Pecado es todo aquello que intenta separarnos de la buena vida que Dios soñó para nosotros: la vida ASHRÉ, la vida del Jardín, la vida llena de propósito, verdad, plenitud y relación.

Por eso Dios se contrista, no porque su honor sea ofendido, sino porque nuestra identidad se fragmenta y nuestro corazón se quiebra.

El pecado que practicamos no nos hace menos amados por Dios; nos hace menos capaces de recibir ese amor. Y esa es la verdadera tragedia.

Pecado es desorden, confusión, mentira, vergüenza y todo aquello que nos desintegra por dentro.

Todo lo que nos empuja lejos, no porque Dios se aparta, sino porque nosotros nos escondemos.

Y, aún así, una y otra vez el Evangelio insiste en esto:

somos los amados que se han perdido, no los culpables que deben ser descartados.

Para regresar a la Cultura de Origen, necesitamos recordar que el pecado no define quiénes somos; es simplemente aquello que intenta desalinear nuestra vida del amor, desconectarnos del Jardín y alejarnos de la buena vida.

Y la respuesta de Dios nunca es castigo primero; es reconciliación, Porque al final, el amor tiene la última palabra.

Pecar no nos expulsa del abrazo; solo nos impide sentirlo.

Y Dios nos invita, siempre, a volver a casa.

Pregunta para hoy:

¿Qué patrón, pensamiento o hábito nos está alejando de nuestro origen y cómo podemos volver hoy hacia la buena vida que Dios soñó para nosotros?