Viendo Al InvisibleMuestra

Hoy es el día de soltar el pasado

Hoy es el día donde debemos permitir que lo pasado dé a luz a lo nuevo, sin importar nuestra condición o la realidad que estemos enfrentando. La invitación es clara: no sigas mirando tu pasado en tu mente. Más bien, encuéntrate contigo mismo(a) y atrévete a solucionar aquello que aún sigue pendiente, porque lo que no se sana, se repite.

Detente un momento y piensa: ¿qué tienes que resolver? No se trata de una pregunta liviana, sino de un reto profundo que nos confronta con la verdad. Yo mismo he tenido que enfrentar traumas y vacíos que, en mi pasado, me hicieron prisionero de pensamientos que distorsionaban mi manera de ser. Esos patrones mentales y emocionales eran contrarios al diseño original de Dios para mi vida y me alejaban de lo que realmente anhelaba ser.

Todos, en algún punto, cargamos con cadenas invisibles: la baja autoestima, la ansiedad, el orgullo, los prejuicios, la soberbia, los complejos, la ira, los pecados sexuales, la lujuria y muchas otras formas en que nuestro pasado se expresa en el presente. Estas cosas, cuando no se enfrentan y no se entregan a Dios, terminan por limitarnos y convertirnos en prisioneros de una naturaleza humana caída, que siempre nos aleja de la plenitud que el Señor desea para nosotros.

El cambio no ocurre de manera automática; requiere de una decisión intencional: cambiar nuestra manera de pensar para cambiar nuestra manera de vivir. "Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto" (Romanos 12:2 TLA). Esta transformación nos conducirá a disfrutar los mejores años que aún tenemos por delante. Dios no nos llamó a sobrevivir, sino a vivir con propósito, plenitud y libertad.

Imagina por un instante la escena de la esposa de Lot. Ella tuvo la oportunidad de comenzar de nuevo, pero no pudo cortar de raíz los recuerdos, pensamientos y emociones del pasado. En lugar de mirar hacia adelante, quedó atrapada en los pensamientos de lo que había dejado atrás. Quizás meditaba en frases como: “¿Y si las cosas hubieran sido diferentes?” o “¿Cómo habría sido si…”. Pero la realidad era otra, y la oportunidad estaba frente a sus ojos. Aun así, decidió volver su mirada hacia lo que había quedado atrás, y en ese instante perdió su futuro.

Su esposo y sus hijas deberían haber sido su prioridad, pero en su corazón el valor de ellos se fue distorsionando. La nostalgia y el apego al pasado le robaron la capacidad de enfocarse en el porvenir. El resultado fue trágico: quedó convertida en una estatua de sal, inmóvil, sin vida, sin propósito.

Esa misma advertencia resuena hoy para ti y para mí: es hora de levantarnos y sanar aquello que nos roba la mirada hacia adelante. No podemos seguir anclados a recuerdos que ya no existen, a heridas que Dios quiere restaurar, o a culpas que la cruz de Cristo ya pagó en nuestro lugar.

Tu manera de pensar y tu manera de vivir necesitan un cambio urgente. Y ese cambio comienza en tu mente, cuando permites que la verdad de Dios reemplace las mentiras del pasado. La transformación no depende de tu esfuerzo humano, sino de tu disposición para que el Espíritu Santo haga su obra en ti.

GOLD es ese movimiento que representa justamente este cambio profundo y radical en la mente. Una revolución interior que transforma tu ser desde adentro hacia afuera y te impulsa a vivir conforme al propósito eterno de Dios.

Así que ¡ánimo! Estamos hoy aquí por una razón poderosa: lo que hemos dejado atrás no forma parte de lo que conquistaremos yendo hacia adelante. Dios tiene nuevas victorias, nuevos sueños y nuevas bendiciones reservadas para ti, pero solo podrás alcanzarlas si sueltas definitivamente el pasado y abrazas lo nuevo que Él quiere hacer en tu vida. "No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad" (ISAÍAS 43:18-19 RVR1960).

Pregunta para reflexionar

¿Qué es aquello de tu pasado que aún no has sanado y que hoy necesitas entregar a Dios para poder avanzar hacia lo nuevo que Él preparó para ti?

Oración final

Señor amado, gracias porque en ti todo puede ser hecho nuevo. Hoy reconozco que he estado atado a recuerdos, culpas y heridas que me han detenido. Decido soltarlos en tus manos y permitir que tu Espíritu Santo transforme mi manera de pensar y de vivir. Llévame hacia adelante, hacia tu propósito eterno. En el nombre de Jesús, amén.

Este Plan Bíblico está basado en el libro "GOLD - Cambiando La Manera De Pensar y Vivir". Si te gustaría leerlo, encuéntralo aquí:https://willingtonortiz.org/libros/