Jonás: Un pez grande, un Dios más grandeMuestra

El corazón de Dios
Imagina un espectro de moralidad con las peores personas en un extremo y las personas más amorosas en el otro. Monstruos morales aquí; Madres Teresas allá. Desde Hitler hasta abusadores de niños, criminales violentos, adictos desesperados, a los arrogantes, los promedio, los amables, los generosos, los buenos ejemplos, las personas a quienes querrías para cuidar a tus bebés y las personas que quieren ser como ellos. ¿Puedes imaginar una alineación de la humanidad según la moralidad?
¿Quién tiene la oportunidad de ir al cielo? ¿Y quién está en peligro del tormento del infierno? Según Dios, todos y cada uno. Nadie, según Jesús, es tan bueno como para que merezca estar con Dios. Y nadie, según Jesús, es tan malo como para no poder llegar a Dios, y ser salvado.
Eso es lo que hizo enojar a Jonás. Después de ver a los hombres malvados de Nínive perdonados, se quejó: “¡Ya sabía yo que tú eres un Dios clemente y piadoso, lento para la ira y grande en misericordia, y que te arrepientes del mal! Yo te ruego, Señor, que me quites la vida. ¡Prefiero la muerte a la vida!” (Jonás 4:2,3 RVC).
El verdadero cristianismo es insoportable para algunas personas, porque la salvación no es por obras. El pecado —de todo tamaño y forma— es peor de lo que piensas, tan malo que ni siquiera la mejor vida puede pagar su deuda. La gracia —que abunda en el corazón de Dios y se derrama en la cruz— es mejor de lo que crees, tan buena que incluso los peores pecadores pueden ser salvados. Comprende eso, y entenderás el corazón de Dios.
Escrituras
Acerca de este Plan

Este plan de lectura muestra por qué puedes tener paz al confiar en tu Salvador Jesús.
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Nos gustaría agradecer a Time of Grace Ministry por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: es.timeofgrace.org









