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¿Cómo Tener Un Lugar Para La Presencia De Dios?Muestra

¿Cómo Tener Un Lugar Para La Presencia De Dios?

DÍA 2 DE 7

La diferencia de honrar la presencia

Hay casas que parecen iguales por fuera, pero que al entrar se siente algo distinto: paz, gozo, calor espiritual. No son los muebles, no es la decoración, es la presencia de Dios que habita allí.

En 2 Samuel 6 vemos un contraste impresionante. El arca del pacto estuvo veinte años en casa de Abinadab (1 Samuel 7:1–2). Allí creció Uza, acostumbrado a verla como un objeto más de la casa. Nunca leemos que esa familia haya sido bendecida de manera especial por tenerla cerca. En cambio, cuando David decide no llevar el arca a Jerusalén después de la tragedia de Uza, la deja en casa de Obed-edom. La Biblia dice que en solo tres meses “Jehová bendijo a Obed-edom y a toda su casa” (2 Samuel 6:11RV60).

¡Qué contraste! La misma arca, el mismo símbolo de la presencia de Dios, dos hogares completamente distintos. ¿Por qué? La diferencia estaba en la manera en que cada uno honraba esa presencia.

Permíteme ilustrarlo. Imagina a alguien que tiene un tesoro en casa, un cofre lleno de oro, pero lo usa como mesa para ponerle encima la televisión. Lo valioso está ahí, pero no recibe el trato que merece. Así pasa cuando la presencia de Dios se convierte en rutina: “ah, sí, aquí está”, pero sin darle el honor correspondiente.

Abinadab tuvo el privilegio de cuidar el arca, pero se volvió algo tan común que sus hijos no supieron respetar lo santo. Uza tocó lo intocable y murió. Obed-edom, en cambio, abrió su hogar con reverencia y honra. En tres meses la bendición se desbordó sobre su familia.

¿cómo se ve la presencia de Dios en tu hogar? ¿Tu Biblia es un adorno en el estante, o una guía diaria? ¿Tus hijos ven a sus padres orando, adorando, leyendo juntos la Palabra, o solo escuchan frases religiosas de vez en cuando?

La presencia de Dios trae bendición, pero no de manera automática. Se manifiesta donde hay honra, reverencia y obediencia. Obed-edom no fue sacerdote ni rey; era un levita común. Sin embargo, su casa fue testimonio vivo de lo que significa valorar lo santo.

Esto nos lleva a una verdad poderosa:no importa cuán sencilla sea tu casa, si ahí se honra a Dios, ese hogar será un faro de bendición.

Piensa en lo práctico:

  • ¿Qué música suena en tu casa?
  • ¿Qué conversaciones llenan tu mesa?
  • ¿Qué ambiente se respira cuando entras?

Quizás no lo notes, pero otros sí pueden ver la diferencia cuando un hogar está lleno de la presencia de Dios.

Hoy decide que tu casa no será como la de Abinadab, donde la presencia estaba pero sin honra. Sé como Obed-edom: abre la puerta a Dios con reverencia, y deja que tu hogar sea transformado. Ora en familia, dedica tiempo a la Palabra, pon a Dios en primer lugar en tus decisiones. La bendición no tardará en llegar.

Señor, gracias porque tu presencia no está limitada a templos de piedra, sino que puede habitar en mi hogar. Hoy decido honrarte en mi casa, en mis palabras, en mis hábitos y en lo que permito entrar en este lugar. Que mi familia aprenda a valorar lo santo y que los que nos visiten perciban tu paz y tu bendición. Haz de mi hogar un altar para ti. En el nombre de Jesús, amén.

Acerca de este Plan

¿Cómo Tener Un Lugar Para La Presencia De Dios?

Todos queremos la presencia de Dios en nuestra vida, pero a veces buscamos alcanzarla a nuestra manera y no conforme a la Palabra. Este plan de 7 días, basado en 2 Samuel 6, nos enseña a vivir con obediencia, pasión y reverencia. Aprenderás lecciones poderosas de David, Obed-edom y Mical; reflexionarás sobre el peso de la responsabilidad, la importancia de la adoración genuina y cómo inspirar a otros con tu fe. Cada día incluye una anécdota ilustrativa, citas bíblicas para profundizar, un llamado práctico y una oración.

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Nos gustaría agradecer a Gama G por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.messageformayans.org