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¿Cómo Tener Un Lugar Para La Presencia De Dios?Muestra

¿Cómo Tener Un Lugar Para La Presencia De Dios?

DÍA 3 DE 7

Perseverar después del fracaso

Una de las experiencias más frustrantes de la vida es querer hacer algo correcto, pero hacerlo mal. Eso le pasó a David en su primer intento de traer el arca a Jerusalén. Su intención era buena, pero el método fue equivocado, y la consecuencia, trágica: Uza murió, el pueblo quedó en silencio y David paralizado por el temor (2 Samuel 6:8–9).

Es fácil rendirse después de un fracaso. La voz interna dice: “Ya lo intentaste, mejor deja las cosas así”. Sin embargo, el fracaso no es el final, es un maestro que nos muestra dónde necesitamos cambiar.

Déjame ilustrarlo. Thomas Edison, al trabajar en la invención de la bombilla eléctrica, falló más de mil veces. Cuando un periodista le preguntó cómo se sentía al fracasar tantas veces, él respondió: “No fracasé, descubrí mil maneras de cómo no hacer una bombilla”. Eso es perseverancia: aprender del error y seguir adelante.

David hizo lo mismo. Después de la tragedia, dejó el arca en casa de Obed-edom, pero cuando escuchó que esa familia estaba siendo bendecida, comprendió que no era el arca el problema, sino el modo en que la había tratado. Preparó un lugar especial, consultó la Ley, organizó a los levitas, se santificaron y entonces volvió a intentarlo. Esta vez lo hizo bien, y la alegría se desbordó en toda Jerusalén.

¿Qué nos enseña esto? Que el fracaso no es una sentencia final, es una oportunidad de aprender. Proverbios 24:16 dice: “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse”. El justo no se define por nunca caer, sino por su capacidad de levantarse. Pablo también lo afirmó en Filipenses 1:6: “El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.

Quizás intentaste servir a Dios y fallaste. Tal vez te desanimaste porque las cosas no salieron como esperabas, o cometiste errores que te hicieron sentir indigno. Escucha esto:Dios no te descarta por tus fracasos, Él te llama a perseverar y a intentarlo otra vez, pero esta vez a su manera.

David descubrió que la clave no era su entusiasmo, sino la obediencia. Lo mismo aplica para nosotros: no es la fuerza de nuestra pasión lo que garantiza el fruto, sino nuestra disposición de seguir a Dios conforme a su Palabra.

No te rindas. Si caíste, levántate. Si fracasaste, aprende. Si te equivocaste, corrige el rumbo. Lo importante no es cuántas veces tropieces, sino cuántas veces te levantes para seguir caminando con Dios.

Señor, gracias porque no me juzgas por mis fracasos, sino que me das la oportunidad de aprender y seguir adelante. Ayúdame a perseverar, a levantarme con más fuerza y a hacer las cosas conforme a tu Palabra. Que cada caída sea una lección y cada nuevo intento, un paso más hacia tu propósito. Amén.

Acerca de este Plan

¿Cómo Tener Un Lugar Para La Presencia De Dios?

Todos queremos la presencia de Dios en nuestra vida, pero a veces buscamos alcanzarla a nuestra manera y no conforme a la Palabra. Este plan de 7 días, basado en 2 Samuel 6, nos enseña a vivir con obediencia, pasión y reverencia. Aprenderás lecciones poderosas de David, Obed-edom y Mical; reflexionarás sobre el peso de la responsabilidad, la importancia de la adoración genuina y cómo inspirar a otros con tu fe. Cada día incluye una anécdota ilustrativa, citas bíblicas para profundizar, un llamado práctico y una oración.

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Nos gustaría agradecer a Gama G por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.messageformayans.org