Entrando en La Presencia De DiosMuestra

Desde el principio

Dios ha querido que estemos con Él y habitar entre nosotros. No porque Él nos necesite, sino porque simplemente nos anhela, nos ama y somos Su más preciada creación.

Lo demostró tantas veces en el Antiguo Testamento, en el huerto con Adán y Eva, al mostrar Su presencia entre el pueblo de Israel en el tabernáculo y en el arca del pacto. El Señor es omnipresente, pero decidió manifestarse de diferentes maneras a través de la historia para que Su creación lo conociera y así pudieran volver a su propósito inicial que es adorarle, para que permanecieran en Él.

Lo que el Señor quería era que se volvieran a Él, por eso tantas veces les advertía de sus iniquidades, y de cómo iban por el camino de su propia destrucción sino lo seguían a Él.

Tanto era el amor del Señor por Su pueblo que dedicó un día al año para descender de forma especial en el arca del pacto ubicada en el Lugar Santísimo. Esto con la finalidad de expiar sus pecados para recibir Su perdón.

Ese momento del año les recordaba que había, sin lugar a duda, una separación entre la humanidad y el Dios Santo. Que a pesar del día de expiación, no era suficiente para que todos pudieran estar cara a cara con la presencia santa de Dios porque su naturaleza pecaminosa seguía en ellos.

Aún el sacerdote que Dios había establecido para hacer todo en ese día, y el único que podía entrar al Lugar Santísimo, necesitaba también expiar sus pecados. No tenía el privilegio de ser sacerdote por ser alguien especial o por algo bueno que hubiera hecho, sino porque Dios así lo quiso.

Estaba claro para el pueblo de Israel que no merecían estar en la presencia de Dios, de hecho ningún ser humano a causa de su pecado.

Pero si realmente alguien quería estar con Él, si alguien anhelaba adorarle verdaderamente y amarle, Dios no se opondría a ello. Pues hubo varios que debido a que clamaban por estar con su Creador, el Señor les permitió conocerle de una forma aún más profunda.

Apliquemos lo aprendido

¿Estás dispuesto a buscarle aún más profundo?

¿Estás dispuesto a no conformarte y adentrarte más?