El Taller Del Artista: Redefiniendo Tu Identidad en CristoMuestra

Día 5: El lienzo completo
Texto base: Efesios 2:10
Hoy contemplamos la totalidad del lienzo. Después de días de observar, soltar y dejar que el Artista trabaje, podemos ver cómo cada trazo, cada color y cada sombra forman un todo armonioso. No es un lienzo perfecto según los estándares humanos, pero sí es perfecto en la intención y visión del Artista. Cada capa, incluso las que parecían arruinar la obra, tiene un propósito y contribuye a la belleza final.
Vivir desde tu identidad en Cristo significa caminar como esa obra terminada, aunque aún en proceso. Significa dejar de luchar por demostrar tu valor y comenzar a actuar desde la seguridad de que ya eres suficiente. Dios no perfecciona nuestra versión antigua; crea una nueva obra sobre un nuevo corazón. No se trata de ignorar tus errores ni de fingir que no existen; se trata de entregárselos a quien puede perdonarlos, limpiarlos y transformarlos. Dios no abandona el lienzo ni renuncia a la obra. Él toma todo lo que le entregamos —aun lo que surgió del dolor o del pecado— y lo transforma en algo que sirve a su propósito.
Seguido queremos arrancar las páginas de nuestra historia que nos avergüenzan, borrar los trazos torcidos o cubrir las sombras. Pero el Artista no desecha el lienzo. Cuando le entregamos nuestras heridas, errores o pecado, Él no los mezcla en la obra como si fueran parte del diseño. Él hace algo mucho más profundo: nos limpia, nos restaura y nos hace nuevos. La belleza de su obra no está en que las fallas permanezcan, sino en cómo las transforma para que su gracia sea visible. Nada de lo que le hemos entregado y Él ha perdonado permanece igual en manos del Artista.
Imagina que cada decisión que tomes hoy es un trazo que añades al lienzo. Ahora, en lugar de temer equivocarte, pintas con libertad, guiado por la seguridad de tu identidad en Cristo. No porque seas perfecto, sino porque el sello del Artista garantiza que lo que hagas, cuando lo rindes a Él, contribuye a un propósito eterno. Vivir así implica audacia: amar sin medida, perdonar sin reservas, actuar con intención y reflejar la gracia que has recibido.
Cuando reconoces que eres una obra final en manos del Artista, cada paso, cada acción y cada pensamiento se alinean con su visión. No estás solo ni a la deriva; estás acompañado por quien conoce cada trazo, quien entendió tu historia antes de que comenzara y quien seguirá pintando en ti hasta el último día.
Declaración de identidad:
Soy una obra en progreso, pero el Artista ya declaró mi valor eterno.
Identidad: Soy una obra maestra creada para reflejar la gloria de Dios.
Práctica:
Escribe en una hoja una carta a tu “yo” del pasado, destacando quién eres realmente en Cristo y cómo tu historia tiene propósito en Su diseño. Coloca la carta donde la veas cada día y recuérdate que cada trazo contribuye a la obra final.
Oración:
“Señor, gracias porque no solo reparas, sino que transformas y haces todo nuevo. Gracias porque aun lo que nació del dolor o del pecado, cuando lo rindo a ti, tú lo perdonas, lo limpias y lo conviertes en testimonio de tu gracia. Ayúdame a vivir cada día desde mi identidad en Cristo, con libertad, valentía y confianza, reflejando tu gloria en cada acción y pensamiento. Que mi vida sea testimonio de que el Artista nunca deja sus obras incompletas. Amén”.
Escrituras
Acerca de este Plan

Bienvenido al taller del Artista, un espacio donde tu vida se contempla como un lienzo en manos de Dios. Cada trazo, cada sombra y cada color, incluso los que parecen errores, forman parte de Su obra perfecta. Durante cinco días exploraremos cómo descubrir tu verdadera identidad en Cristo, dejar que Él transforme lo roto y aprender a vivir con libertad, seguridad y propósito, reflejando su gloria en cada trazo de tu historia.
More
Nos gustaría agradecer a Denisse Esparza por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/deniiesp









