DÍA 4

En los días previos recordamos:

• Quién es Dios.
• Lo importante que es orar a Dios, esperar en Él y confiar en su voluntad.
• La obediencia como acto de amor y confianza en el Señor.

Sin duda estos conceptos y prácticas de la vida cristiana, no podrían ser entendidos ni vividos sin la auténtica ayuda del Espíritu Santo, quien nos guía a toda verdad, quien nos ayuda a corregir nuestra manera de vivir, quien nos revela a Jesús y nos acompaña como fiel amigo, siempre.

Si llegaste hasta aquí es porque estás impulsado a crecer en confianza y obediencia al Señor.

Recordemos que Dios se complace en ver a sus hijos viviendo una vida alineada a su Palabra, nadie es perfecto ni con la vida resuelta en cada aspecto, pero Dios conoce el corazón que anhela serle fiel.

Él entiende tu proceso, tu situación y esta contigo para acompañarte y sostenerte.

Atrévete a soltar en sus manos todo aspecto de tu vida, que tus manos no se aferren a nada, porque no hay mejor lugar para descansar que en la voluntad de Dios.

Cree en Él y créele a Él.

Profundicemos en su Palabra.

Creamos de manera radical.

Oración:

Señor, eres Dios soberano y digno de mi confianza, suelto en tus manos todo lo que soy y lo que tengo, puedes tomarlo todo, no retengo nada, he nacido para ti. Enséñame a confiar cada día más y más, así como a obedecerte en cada pequeño y gran detalle de mi vida. Amén.