Sanidad Integral Bajo Su CoberturaMuestra

Día 3 – Liberación que sana el alma

Versículo clave:
"Porque él te rescatará de toda trampa y te protegerá de enfermedades mortales" (Salmo 91:3 NTV).

Reflexión:
La trampa del enemigo muchas veces no es física, sino emocional. Son heridas del pasado, engaños, culpas o temores que intentan encadenar nuestra alma. Pero el Señor promete rescatarnos y protegernos, no solo del peligro visible, sino también de esas trampas ocultas que enferman nuestro interior.

Cuando dejamos que Cristo intervenga, el dolor se convierte en enseñanza, la culpa en perdón, y la desesperanza en esperanza. Esa es una sanidad profunda: no solo alivia, sino que restaura.

Sanidad aplicada:
Este versículo nos habla de la sanidad del alma. Muchas veces, las emociones quebradas generan incluso enfermedades físicas o decisiones destructivas. Pero cuando entregamos a Dios nuestro dolor, Él sana lo invisible y nos devuelve libertad.

"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán puestos en libertad" (Lucas 4:18 NTV).

Conclusión:
El Señor no solo nos cuida del peligro externo, sino que rompe las cadenas internas que dañan nuestra alma. En Cristo hay libertad, y en esa libertad encontramos verdadera sanidad.

Guía de oración:
Piensa en alguna herida del alma que todavía pesa en tu interior: una traición, una palabra hiriente, una pérdida. Llévasela al Señor con fe. Pídele que te rescate de esa trampa y que Su Espíritu llene ese vacío con paz y libertad.