Íntimos De JesúsMuestra

Amigos, no siervos
“Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” (Juan 15:15 RVR1960).
“Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando" (Juan 15:14 RVR1960).
Reflexión: Jesús no quiere simplemente obediencia… quiere amistad. Este pasaje es uno de los más reveladores de toda la enseñanza de Cristo sobre la intimidad: Él rompe con la lógica religiosa y nos introduce a una dimensión relacional. Un siervo obedece sin preguntar. Un amigo obedece porque confía, porque ama, porque entiende el corazón de su Señor.
Jesús nos llama amigos porque nos comparte los secretos del Padre. ¿Te das cuenta del honor? Él abre su corazón, revela su plan, nos hace partícipes. Eso no se le revela a la multitud… se revela a los amigos. Pero hay una condición de Jesús, muy clara: "Vosotros sois mis amigos; si hacéis lo que yo os mando" (Juan 15:14 RVR1960).
No se trata de una amistad basada en capricho emocional, sino en obediencia profunda. No hay intimidad sin obediencia. Y no hay obediencia real sin amor. Jesús no necesita admiradores… necesita amigos.
Gente que escuche, que entienda, que camine con Él sin condiciones.
Preguntas de Reflexión: ¿Vivo como un siervo que solo ejecuta órdenes, o como un amigo que entiende el corazón de Dios? ¿Estoy obedeciendo por temor… o por amor?
Oración: Jesús, gracias por llamarme amigo. No soy digno de ese lugar, pero tu gracia me lo concede. Haz que mi obediencia sea la prueba de mi amor, no una carga religiosa. Dame oídos para tus confidencias y corazón para tus mandatos. Amén.
Desafío Práctico:
Piensa hoy en una persona con la que tengas una relación superficial, y acércate a ella como Jesús se acercó a ti: con amistad sincera.
Hazle una pregunta profunda, escúchala con atención, ora por ella en secreto.
Sé el reflejo del Amigo fiel.
Acerca de este Plan

Hay llamados que transforman el rumbo de una vida, pero hay uno que lo consume todo: el llamado a ser íntimo de Jesús. Muchos son salvos, pero pocos son íntimos. Muchos creen en Él, pero no todos descansan en su pecho. A lo largo de los años, he visto multitudes caminar tras Jesús, pero solo unos pocos subir con Él al monte de la transfiguración… y aún menos, entrar con Él al Getsemaní.
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Nos gustaría agradecer a Marcos Daniel Pelozo por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.iglesiacentralad.org









