DEVOCIONAL 4: "VIVIR CON PROPÓSITO"

Muchos adolescentes viven preguntándose: “¿Cuál es mi propósito? ¿Para qué estoy aquí?”. Pensamos que descubrir el propósito es encontrar “la carrera perfecta” o “el trabajo soñado”. Pero Jesús nos da una pista clara: nuestro primer propósito es hacer discípulos.

Eso significa que no importa si eres estudiante, deportista, músico o gamer, tu vida tiene un mismo objetivo: reflejar a Jesús y ayudar a otros a conocerlo.

Cuando entiendes esto, cada día se vuelve una oportunidad para impactar a alguien: en el colegio, en tu casa, en las redes sociales. No necesitas ser pastor ni predicador para cumplir tu misión. Solo necesitas amar como Jesús amó y hablar de Él cuando tengas oportunidad.

Piensa en alguien que te ha inspirado en tu fe. Tal vez fue un líder de jóvenes, un profe o incluso un amigo. Ellos están dejando un legado en ti. Ahora te toca a ti hacer lo mismo.

Dejar un legado no significa esperar a ser adulto o tener toda la vida resuelta. Comienza con pequeñas decisiones hoy: cómo hablas, cómo tratas a los demás, cómo reaccionas frente a los problemas. Todo eso está moldeando el ejemplo que das a quienes te rodean.

Pablo le dijo a Timoteo que enseñara a otros lo que él había aprendido. Eso es relevo: recibir algo y pasarlo a la siguiente persona. Lo que Dios hace en ti no es solo para ti, es para que bendigas a otros.

Actividad

Haz una lista de tres personas que necesitan conocer de Jesús o ser animadas en su fe.

Ora por ellas esta semana y busca un gesto concreto para acercarte: un mensaje, una invitación, una palabra de ánimo.

Pregunta para reflexionar

¿Qué puedo hacer hoy para que alguien vea a Jesús en mí?

Oración

“Señor, ayúdame a ver cada día como una oportunidad para mostrar tu amor. Dame valor para hablar de ti y servir a otros”.

Billy Graham: “La mayor herencia que le podemos dejar a nuestros hijos y a la próxima generación no es dinero, sino un legado de carácter y fe”.