30 Días Con La Palabra Viva Y EficazMuestra

La espada que vence la tentación

El enemigo no siempre ataca con gritos. A veces susurra. Y lo hace cuando más frágil estás.

Jesús llevaba 40 días en el desierto sin comer. Tenía hambre, estaba solo y cansado.

Ahí apareció el tentador… y no con látigos, sino con sutileza: “Convierte estas piedras en pan”, le dijo. Parecía lógico, necesario y justo. Pero no era la voz del Padre.

Y Jesús, sin gritar, sin discutir, sin dudar, respondió con fuego, con la única arma que el infierno no puede resistir: “Escrito está: No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4, RVC). No fue una frase decorativa. Fue su espada. Su refugio y también su victoria.

El Hijo de Dios enfrentó la tentación no con sentimientos, sino con la Escritura.

Así como Jesús, tú también serás probado cuando estés débil y cuando nadie te mire. Y no vencerás por lo que sientes, ni por lo que sabes, sino por lo que crees profundamente de la palabra.

Si Jesús, siendo Dios, eligió responder con versículos, ¿qué te hace pensar que tú puedes resistir sin ellos?

Haz de la Biblia tu alimento, no tu accesorio. Tu defensa, no tu decoración.

Porque en el desierto no se sobrevive con palabras humanas. Solo se vive de cada palabra que sale de la boca de Dios.

Oración

Jesús, cuando el desierto me tiente con soluciones rápidas, ayúdame a aferrarme a lo que tú ya dijiste. Que tu palabra me alimente más que el pan, me sostenga más que la emoción, me salve más que mis ideas. Enséñame a pelear con la verdad, no con argumentos. A responder con fe, no con ansiedad, y cada vez que vuelva la tentación, no halle espacio en mí… solo Escritura encendida como espada.

En el nombre de Jesús.
Amén.