Dejando Que Dios Limpie Mi Corazón De MamáMuestra

DÍA 12
DESATANDO LAS PESADAS CARGAS
PASAJE DEL DÍA:
“Los maestros de la Ley y los fariseos tienen la responsabilidad de interpretar a Moisés. Así que ustedes deben obedecerlos y hacer todo lo que les digan. Pero no hagan lo que hacen ellos, porque no practican lo que predican. Atan cargas pesadas y las ponen sobre la espalda de los demás, pero ellos mismos no están dispuestos a mover ni un dedo para levantarlas” (Mateo 23:2-4 NVI).
ENTENDAMOS:
Los maestros de la ley, que eran la autoridad religiosa en la época de Jesús, enseñaban mucho con sus palabras, pero su ejemplo estaba lejos de lo que decían. Así ponían carga sobre las vidas de las personas, pretendiendo que ellas hagan lo que nunca hicieron ellos como líderes. De la misma manera, nosotros -como madres y autoridad- exigimos de nuestros hijos palabras, actitudes y acciones que no hacemos: Ponemos pesadas cargas que no queremos llevar.
POR QUÉ ORAMOS:
Arrepentirnos de haber sido injustas con nuestros hijos.
Arrepentirnos de no practicar lo que decimos y así violentar y rebelar a nuestros hijos.
Que Dios nos muestre cuáles son las pesadas cargas que hemos puesto sobre ellos/as para que así podamos liberarlos/as.
Para que Dios nos dé congruencia entre lo que decimos y hacemos.
Padre: Vengo delante de ti para que me perdones porque me doy cuenta que no todo lo que he dicho y he enseñado lo hago. Existe una gran diferencia entre mis palabras y mis acciones y nunca me di cuenta de esto. También nunca pensé que mi forma de ser y de actuar podía dañar a mis hijos o llevarlos a la rebeldía y a la violencia interior. Me pongo de acuerdo contigo, confieso esto como pecado y te pido que me perdones. He puesto pesadas cargas sobre la vida de mis hijos y te pido que los libres de ellas… En el nombre de Jesús libero a mis hijos de toda carga pesada impuesta por mi boca. Y te ruego que me ayudes a tener congruencia entre lo que digo y lo que hago.
Escrituras
Acerca de este Plan

Durante estos 30 días enfrentamos un gran desafío como madres: amar y aceptar a nuestros hijos tal como son, ayudarlos a desarrollar el potencial que Dios les dio y cumplir Sus propósitos. Sin embargo, muchas veces nuestro corazón nos traiciona; las oraciones parecen no llegar porque cargamos con pecado, falta de perdón, amargura y palabras duras. Dios nos invita a venir a Él, lavarnos y limpiarnos, quitar la iniquidad y permitir que sane nuestros depósitos emocionales para que nuestras oraciones sean escuchadas.
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Nos gustaría agradecer a Movimiento de Intimidad con Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.intimidad-con-dios.com









