Desentierra Tus Sueños: De La Desilusión a La AcciónMuestra

Podríamos decir (de forma algo simplificada) que hay tres principales cosas que modelan nuestra interpretación, nuestra lectura de los hechos, que nos hacen encarar el futuro con temor o con confianza.

1. Nuestras experiencias tempranas: la forma en que fuimos cuidados y criados en nuestros primeros años de vida.
2. Nuestra experiencia vital: Lo que nos fue sucediendo a lo largo de nuestra vida. Nuestros logros, aciertos, errores, malas decisiones, las personas con las que fuimos relacionándonos a lo largo de la vida. Decisiones buenas, malas y regulares que tomamos, etc.
3. El contexto: las corrientes filosóficas de cada tiempo, la influencia de las redes sociales, los medios de comunicación, lo que consumimos referido a música, ficción, noticias, que va moldeando nuestra manera de pensar.

Por eso para poder desenterrar nuestro propósito, nuestros talentos, tenemos que sanar nuestra interpretación.

Porque para volver a soñar, para volver a ponernos objetivos, para volver a planificar nuestra vida necesitamos agudizar nuestra visión, nuestra capacidad de interpretar los hechos. Y así no volvernos a ilusionar o a mal-ilusionar

Quiero compartirte 3 miradas que sanan nuestra interpretación de la vida.

1. La mirada atenta de un Padre bueno sobre tu vida.
   Desde que nacemos necesitamos ser mirados y cuidados. Pero todas las miradas humanas son deficientes.Todos los cuidados humanos son negligentes de alguna forma.
   
   Desde Génesis hasta Apocalipsis Dios quiere revelarse como Padre bueno, que está atento a tu vida. Él es el Dios que ve. El Dios que está atento, el Dios que cuida, el Dios cercano, el Dios que conoce lo que necesitamos aun sin decirlo.
   
   La mirada del Padre bueno sobre tu vida, sana tus experiencias de dolor. Sana tu aproximación temerosa a los desafíos de la vida y te devuelve una profunda convicción de que tu origen está en Él: Dios tu Padre Celestial. Y Él sí tiene cuidado de tu vida. Esto te devuelve la seguridad, la confianza para desenterrar tus sueños.
2. La segunda mirada que sana, es nuestra mirada puesta en Jesús.
   Necesitamos dirigir nuestra mirada, nuestra atención a Jesús, porque Él es el autor y el consumador de la fe.
   
   Para que nuestros sueños no sean solamente ilusiones, tienen que estar apoyados en Jesús, nuestra roca. Aquello que estaba muerto, solamente puede resucitar si está en Cristo. Por eso a la hora de soñar, de planificar, mira a Jesús.
   
   Él es nuestra esperanza. Él solo le dará vida a esos planes de bienestar que Dios diseñó para tu vida.Tu mirada puesta en Jesús te quita la ansiedad de creer que todo depende de ti, de que debes ser perfecto.
   
   Puedes desenterrar tus deseos porque Jesús va delante tuyo y preparó de antemano aquellas buenas obras, para que tú y yo podamos caminar en sus pasos.
3. La tercera mirada que sana es la mirada profética.
   
   La mirada profética es esa mirada alineada con el Cielo. Es poder mirar la vida con los ojos de la fe. Esta mirada le da el peso adecuado a las verdades de este mundo. No te abstraes ni ignoras el contexto. No eres un religioso fanático que se opone a todo o que niega todo lo que dicen las noticias. Pero tenés bien claro cuál es la verdad que vos estás creyendo. Esta mirada profética, anclada en las verdades de su Palabra, nos ayuda a tener un concepto acerca de ti mismo, del mundo y de tu futuro, sano y seguro, porque tu vida está edificada sobre los principios de la Palabra de Dios y no serás conmovido.

3 miradas, que sanan nuestra interpretación, que cambian nuestras ilusiones y temores en esperanza.