Desentierra Tus Sueños: De La Desilusión a La AcciónMuestra

¿Has experimentado alguna vez desilusión?

Una relación que no terminó como pensabas; exámenes que no pudiste aprobar; una carrera universitaria que tuviste que interrumpir; esa oportunidad laboral que se cerró; ese emprendimiento que fracasó. Un tratamiento médico que no funcionó; esa relación familiar que se terminó de romper; un objetivo financiero que no lograste; o ese hábito que pensaste que ibas a dejar pero no pudiste…

La desilusión en sí misma es muy dolorosa, pero hay algo aún peor y es su efecto colateral. Porque la desilusión puede transformarse en una asesina, que acaba por enterrar nuestros sueños, nuestros deseos, nuestros proyectos.

Cuando era adolescente escuché una prédica que cambió mi vida y empezaba con esta frase:

"El lugar más rico del planeta, no está allí en Bolivia en las minas de oro, ni en Irak o Irán en los pozos petroleros, ni en Sudáfrica donde están esos diamantes famosos. El lugar más rico del planeta está muy cerca de tu casa. Es el cementerio. ¿Por qué? Porque allí sepultado en el cementerio, hay sueños que nunca se llevaron a cabo, libros que nunca se escribieron, canciones que nunca se cantaron, ideas que nunca se hicieron realidad, proyectos que nunca fueron concretados, negocios que nunca se abrieron. El cementerio los tiene. El cementerio es riquísimo, porque la gente se va a la tumba con sus sueños, con sus ideas, con sus visiones, con su propósito de vida sin cumplir".

El cementerio está lleno de los sueños sin cumplir, de los propósitos sin cumplir, de esos planes que la desilusión enterró.

Quiero desafiarte a que a lo largo de este plan tomemos la pala y nos atrevamos a desenterrar.

Nosotros seguimos a un Salvador que es experto en resurrección. Y Jesús murió y resucitó para que tú y yo también podamos experimentar la resurrección en cada área de nuestra vida.