Encuentros Divinos en la Sala de Espera de DiosMuestra

Día 2: La espera revela lo que hay dentro
Reflexión:
Esperar no es pasivo. Es activo. En la espera, salen a la luz nuestras verdaderas motivaciones, temores, deseos y heridas. Es como una lupa que agranda lo que ya estaba allí.
En esos silencios prolongados de Dios, nos descubrimos más necesitados, más rotos, pero también más receptivos. ¿Has notado que es en la crisis donde más oramos? La espera nos pone de rodillas, nos lleva a la rendición.
No te desesperes si hoy sientes incomodidad o incluso enojo con Dios. Es parte del proceso. Él está sacando a la superficie todo lo que impide que lo conozcas más profundamente. Como un cirujano, Él no expone lo interno para avergonzarte, sino para sanarte.
La sala de espera de Dios no es una antesala al fracaso, sino una incubadora de fe. Lo que ahora duele, mañana dará fruto.
Acción del día:
Tómate 10 minutos en silencio y pídele al Espíritu Santo que te muestre qué está revelando esta espera sobre tu corazón.
Acerca de este Plan

Este plan de 5 días te guía a través de la “sala de espera de Dios”, ese lugar donde parece que nada ocurre, pero todo se está preparando. Con reflexiones profundas, acciones diarias y base bíblica sólida, descubrirás que Dios no te ha olvidado: te está formando. Aprenderás a confiar, a sanar, a celebrar a otros y a esperar con esperanza. Tu turno llegará.
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Nos gustaría agradecer a De Eso Se Trata por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: deesosetrata.com