Devocional Septiembre "Lámpara a mis pies"Muestra

“De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió” (Juan 13:20 RVR1960).

Aquí hay dos verdades poderosas.

1. Jesús fue enviado por el Padre.

Él fue obediente a la misión del Padre, y se hizo carne para salvar la creación que se había perdido.

2. Jesús me envía a mí.

Está verdad cambiara mi caminar en esta tierra, cambiara mis prioridades y mi forma de vivir.

Saber que eres enviado por Jesús, es saber que eres llamado por él, y que al ser llamado eres amado y escogido para representarlo hoy aquí.

Jesús te envía para ir a otros. Jesús no te envía para servirte a ti mismo, o para quedarte en mi mundo creyendo que eso es todo. Jesús te envía para que ames a tu prójimo, para que sirvas a tu hermano, para que vaya a los que aún no han escuchado el mensaje más poderoso de todos.

Nosotros no vamos en nombre propio, vamos representado a Jesús, si entiendes esto entenderás que si te reciben a ti, reciben a Jesús, si te ignoran, ignoran a Jesús.

Para saber cómo podemos cumplir eficazmente nuestra misión simplemente debemos mirar a Jesús. Jesús entendió que fue enviado para servir a otros, él siendo hijo de Dios se despojó de todos sus privilegios y vino a dar su vida para rescatarnos.

Al ser enviado por Dios, debo preguntarme, ¿he estado viviendo para mí mismo? ¿O he estado viviendo para servir a otros?