Devocional Septiembre "Lámpara a mis pies"Muestra

“Mas tú mirarás a la oración de tu siervo, y a su ruego, oh Jehová Dios mío, para oír el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti” (2 Crónicas 6:19 RVR1960).

Salomón aprendió el secreto de la oración. La oración acelera las promesas, es el puente que conecta la tierra con el cielo, es lo que hace que los ojos del Señor se encuentren con los tuyos, logras entender que Dios quiere ver tu oración.

Salomón nos habla que él levantó una oración al Señor, pero también levantó ruegos y clamores. Todos son diferentes tipos de oración que él quiere ver y escuchar de sus hijos.

• La oración es un estilo de vida. Salomón acaba de edificar el templo del Señor, y su primera oración era para que Dios pudiese habitar en ese templo permanentemente, que fuese una casa de oración. Ahora nosotros somos el templo del Espíritu Santo y él quiere habitar permanente en nosotros pero para eso la oración debe ser un hábito diario, un caminar constante con el Señor.
• La oración de ruego. Es una oración de intercesión, de imploración o de súplica por un pedido específico. Dios quiere conocer nuestras necesidades y peticiones pero debemos ser intencionales en levantar esos riegos delante de él.
• La oración de clamor. Es una oración en un momento de angustia, de desespero, de dependencia total del Señor. Sin importar en qué momento de tu vida te encuentres, la oración te guarda en los tiempos de bendición y en los de incertidumbre.

¿Qué estás esperando? ¡Él desea habitar dentro de ti!