Devocional Septiembre "Lámpara a mis pies"Muestra

“Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor” (3 Juan 1:5-6 RVR1960).

En el primer siglo había muchos cristianos que se entregaban a la tarea de predicar el Evangelio por las naciones sin ningún tipo de patrocinio o ayuda de los gentiles. Incluso algunos rechazaban la ayuda que no venía de quienes no eran hijos de Dios (3 Juan 1:7 RVR1960). Por esto la ayuda de hombres como Gayo era tan valiosa, hospedaban y encaminaban a los siervos de Dios que se entregaron por completo y por amor a Él.

Nunca tengas en poco un acto de amor o de servicio hacia algún siervo de Dios, especialmente en tu iglesia local. Piensa en tus pastores y otras personas que se dedican a servir a Dios de tiempo completo y busca una manera de servirlos, agradecerles y honrarlos.