Jesús Al Centro: 6 Días Para Redescubrir Su GrandezaMuestra

Día 6: Las Heridas que Sanan

No tenía belleza. No tenía honor. Fue rechazado. Ignorado. Despreciado.
Así describe Isaías al Mesías… y estaba hablando de Jesús.

Él no vino como un héroe glorioso, sino como un hombre de dolores, alguien que conoció el quebranto como nadie.
Y lo más impactante es que no sufrió por culpa propia.

Fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestras iniquidades…

El castigo que Él recibió nos trajo paz.
Sus llagas nos trajeron sanidad.
Y aunque parecía que Dios lo estaba castigando… en realidad, Dios lo estaba usando para redimirnos.

Este es el corazón del Evangelio: un Salvador que sufre por nosotros.
No se defendió. No huyó. No evitó el dolor. Lo abrazó… por amor.

Cuando te sientas indigno, culpable o quebrado, recuerda esto: Jesús ya cargó con eso.
Él te entiende. Él te amó. Él pagó por ti.
Y por sus heridas… tú puedes ser sanado.

Oración:
Señor Jesús, gracias por tomar mi lugar. Gracias por no evitar el dolor, sino por cargar con mi culpa, mis pecados, mi quebranto. Hoy recibo la paz y la sanidad que tú ganaste con tus heridas. Ayúdame a nunca olvidar lo que costó mi perdón. Hazme vivir con gratitud, humildad y amor por ti. Amén.