Jesús Al Centro: 6 Días Para Redescubrir Su GrandezaMuestra

Día 2: El Rey que se inclinó primero

¿Alguna vez has sentido que para destacar en la vida tienes que presumir, imponerte o demostrar que vales? El mundo premia a los que suben… pero el Reino de Dios exalta a los que se bajan.

Este pasaje nos muestra a Jesús como el ejemplo supremo de humildad. Aunque era Dios, no se aferró a sus privilegios. En lugar de eso, se vació, se hizo humano, se hizo siervo... y fue obediente hasta morir en una cruz.

Eso no lo hizo menos Dios. Al contrario, mostró el corazón de Dios: amor que sirve, que se entrega, que se humilló a sí mismo.
Y por eso, Dios lo exaltó por encima de todo. Hoy, el nombre de Jesús está por encima de cualquier otro nombre.

Pablo nos dice que debemos tener esa misma actitud. No vivir para ser reconocidos, sino para servir. No buscar aplausos, sino reflejar a Jesús en nuestra manera de tratar a los demás.

Jesús no sólo es el Salvador que vino a morir por ti; también es el modelo de vida que puedes imitar.
Y aquí está la promesa: quien se humilla, será exaltado. Tal vez no por el mundo, pero sí por Dios. Y eso es suficiente.

Oración:
Jesús, gracias por mostrarme que la verdadera grandeza se encuentra en servir. Ayúdame a tener tu misma actitud: no vivir para mí, sino vivir para amar, para obedecer y para dar. Que mis acciones reflejen tu humildad, y que mi vida te dé la gloria que mereces. Eres mi ejemplo, mi Rey y mi Salvador. Amén.