Todo Comienza PequeñoMuestra

Lo que Dios empieza, Él lo completa

Si hay algo que todos necesitamos cuando comenzamos algo nuevo, es esta certeza:
“Esto va a llegar a buen término.”

Porque no basta con tener un buen comienzo.
Queremos saber que no es en vano. Que lo que estamos construyendo con Dios llegará a completarse.

Eso es exactamente lo que Dios le aseguró a Zorobabel en Zacarías 4:9 (RVR60):

“Las manos de Zorobabel echarán el cimiento de esta casa, y sus manos la acabarán;”

Y en el mismo capítulo, Dios ya le había recordado:

“»No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor de los Ejércitos—.” (Zacarías 4:6)

En otras palabras:
Tú comenzaste porque obedeciste.
Pero terminarás porque Dios es fiel.

No porque nunca falles.
No porque siempre te sientas motivado.
No porque seas más fuerte que otros.
Sino porque el Espíritu de Dios está comprometido con lo que Él mismo inició.

Filipenses 1:6 (RVC) lo afirma con claridad:

“El que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.

Eso significa que si Dios empezó algo en ti un proceso, una transformación, un llamado, una nueva etapa no tienes que vivir con miedo de que todo dependa de ti.
Sí, tu obediencia importa.
Pero la garantía de final está en Su fidelidad, no en tu fuerza.

Hebreos 10:23 (NVI) nos lo recuerda también:

“Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promera.”

La cruz parecía un final, pero era el comienzo.
El silencio del sábado no fue señal de abandono, sino de cumplimiento.
Y la resurrección fue la prueba definitiva de que Dios termina lo que promete.

Jesús no solo empezó tu redención.
Él la completó.
Y ahora, el mismo Espíritu que levantó a Jesús de entre los muertos… vive en ti.
Eso es más que inspiración.
Es garantía.

REFLEXIONA:

• ¿Has dudado últimamente de si vas a poder terminar lo que comenzaste con Dios?
• ¿Qué pasaría si confiaras, hoy, en que Su fidelidad es mayor que tu incertidumbre?

ORACIÓN:

Dios, gracias porque tú no abandonas lo que comienzas.
Lo que plantaste en mí, lo vas a hacer crecer.
Lo que iniciaste, lo vas a completar.
No por mi capacidad, sino por tu Espíritu.
Confío en que tu fidelidad es suficiente.
Amén.

Este plan termina… pero tu llamado no.

Sigue construyendo. Sigue obedeciendo. Sigue creyendo que lo pequeño tiene valor eterno. Y si quieres seguir creciendo y no hacerlo solo, me encantaría acompañarte.
Puedes encontrarme en 👉 @pablolanglois