Todo Comienza PequeñoMuestra

La fidelidad en lo poco abre la puerta a lo mucho

Cuando estás comenzando algo con Dios, es fácil caer en una trampa sutil:
Creer que lo importante solo empieza cuando “ya se nota”.

Pero eso no es lo que enseña la Biblia.
De hecho, Jesús fue muy claro en esto:

“»El que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho ;” (Lucas 16:10 NBLA)

En otras palabras, lo que haces cuando nadie te ve, cuenta.
Lo que haces cuando parece que “no está pasando nada”, cuenta.
Porque la fidelidad no se prueba con resultados… se prueba con consistencia.

En Zacarías 4, Dios no le pidió a Zorobabel que terminara el templo en un día.
Le pidió que empezara.
Y le recordó que no sería por su fuerza ni por su capacidad, sino por el poder del Espíritu de Dios.

“»No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor de los Ejércitos—.” (Zacarías 4:6 NVI)

Eso cambia todo.
Porque si no depende de ti, entonces tu parte es obedecer con fidelidad, aunque no veas resultados inmediatos.

Pablo lo dijo así en 1 Corintios 3:6–7:

“Yo planté, Apolos regó, pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que da el crecimiento.”

Dios está más interesado en tu fidelidad que en tu fama.
Más en tu obediencia que en tu impacto visible.
Y lo pequeño que haces con fe… puede producir mucho fruto en las manos de Dios.

Jesús lo vivió primero.
Él pasó 30 años en anonimato antes de iniciar su ministerio público.
Trabajó como carpintero. Vivió en obediencia silenciosa.
Y cuando llegó el momento, comenzó con 12 discípulos ordinarios.
Nada fue apresurado. Nada fue grandioso desde el principio.
Pero todo fue fiel.

Y cuando fue a la cruz, lo hizo sabiendo que lo que parecía insignificante a los ojos del mundo… era la semilla del mayor acto de redención de la historia.

El evangelio comenzó pequeño.
Pero cambió todo.

APLICACIÓN PRÁCTICA:

1. Evalúa tu fidelidad, no solo tu impacto.
2. Haz lo correcto, incluso cuando parezca invisible.
3. Confía en que Dios ve lo que nadie ve… y eso es suficiente.

REFLEXIONA:

• ¿Estás menospreciando algo que Dios te pidió solo porque parece “pequeño”?
• ¿Qué harías diferente hoy si creyeras que tu fidelidad sí está construyendo algo eterno?

ORACIÓN:

Dios, hoy elijo ser fiel en lo pequeño.
Aunque no lo vean otros, tú lo ves.
Aunque no parezca avanzar, tú estás obrando.
No quiero depender de mis resultados, sino confiar en tu poder.
Gracias porque no se trata de mi fuerza… sino de tu Espíritu.
Amén.