Todo Comienza PequeñoMuestra

Todo lo grande comienza pequeño

Hay una verdad incómoda que muchas personas no quieren aceptar:
Lo grande casi nunca comienza grande.

La mayoría de las cosas significativas en la vida relaciones, proyectos, crecimiento espiritual, propósito empiezan pequeñas.
Tan pequeñas que es fácil ignorarlas. Tan poco impresionantes que es tentador despreciarlas.

El pueblo de Israel había regresado del exilio. Su tarea: reconstruir el templo de Dios.
Parecía glorioso… hasta que empezaron.
Escombros por todos lados. Pocas personas. Escasez de recursos. Obstáculos políticos.
Y Zorobabel, el líder de la reconstrucción, comenzó colocando solo los cimientos.

Nada épico. Nada digno de titulares. Solo un pequeño comienzo.

Y ahí fue cuando Dios habló:

“»“No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor de los Ejércitos—.” (Zacarías 4:6 NVI)

Dios no se desanima por lo pequeño.
Dios comienza por lo pequeño.
Porque cuando Dios es quien está detrás de algo, lo pequeño es suficiente para comenzar.

En Marcos 4:30–32, Jesús enseñó que el Reino de Dios es como una semilla de mostaza.
Es la más pequeña cuando se siembra… pero cuando crece, es más grande que cualquier otra planta del huerto.

Aquí está la idea central del día de hoy:

Que algo sea pequeño no significa que no sea significativo.

El problema no está en comenzar pequeño.
El problema está en no comenzar por esperar algo grande desde el inicio.

Dios valora lo que parece insignificante.
¿Por qué?
Porque lo pequeño requiere fe.
Porque lo pequeño deja espacio para que Su poder se note.
Y porque lo pequeño elimina la posibilidad de que te lleves el crédito completo.

APLICACIÓN PRÁCTICA:

1. No esperes a tener todo resuelto para comenzar.
2. No compares tu “inicio” con el “medio” de otros.
3. No confundas tamaño con propósito. Lo pequeño puede ser temporal… pero el propósito es eterno.

REFLEXIONA:

• ¿Hay algo que no has empezado porque te parece muy pequeño o irrelevante?
• ¿Qué cambiaría si lo vieras como una semilla que Dios quiere hacer crecer?

ORACIÓN:

Dios, gracias por recordarme que no tengo que empezar grande para estar en tu voluntad.
Enséñame a valorar los pequeños comienzos.
Quiero obedecer, aunque el inicio parezca insignificante.
Confío en que tu Espíritu puede hacer crecer lo que yo solo puedo sembrar.
Amén.