En El Principio Era La Palabra (Verbo)Muestra

Vida y luz para la humanidad (Juan 1:4–5)
La vida verdadera brilla en la oscuridad, y la oscuridad no puede apagarla.
En Él estaba la vida, y esa vida era la luz de los hombres. Juan proclama que Jesús no solo da vida, Él es la vida. El Verbo es la fuente de toda la vida – no solo la vida biológica, sino el mismo principio de vida. No es que el Verbo “contenga” vida y luz; Él es vida y luz.
Su luz brilla con fuerza en medio de un mundo entenebrecido por el pecado, el engaño y la desesperanza. Aunque la oscuridad intenta resistir, no puede vencerla. Aquí no se trata de una lucha de iguales; la luz siempre es más poderosa. Aun cuando la humanidad se aleja de Dios, Jesús viene como el resplandor divino que rompe la ceguera espiritual. Esta luz no es solo información; es revelación que transforma. Cada vez que abrimos el corazón a Cristo, su luz nos permite ver la verdad de Dios, la realidad de nuestro pecado y la belleza de su salvación.
Sin Jesús, estamos muertos y en oscuridad. Estamos perdidos.
Preguntas de reflexión:
- ¿En qué áreas de tu vida sientes que hay oscuridad, confusión o desánimo?
- ¿Cómo puedes permitir que la luz de Cristo ilumine esas áreas hoy?
- ¿Te estás dejando transformar por la luz de Cristo o simplemente la estás observando desde lejos?
Escrituras
Acerca de este Plan

El prólogo del Evangelio de Juan revela a Cristo como la Palabra eterna de Dios, fuente de vida, luz del mundo, revelación del Padre y portador de gracia. Este pasaje nos invita a contemplar el misterio de la encarnación, a recibir a Cristo como Salvador y a vivir como hijos de Dios, iluminados por su verdad y transformados por su gracia.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://leadershiftglobal.com/