Sanando InternamenteMuestra

Es momento de accionar

En este cuarto y último día, hacemos algo muy muy importante, accionar. Este es el momento en donde somos sinceros, humildes y valientes, donde ya entendemos quienes somos y lo que hay en nuestro interior que necesita ser cambiado y es entonces donde empezamos a liberarnos de esas cargas pesadas y llevamos la del Señor que es ligera.

En esta etapa, luego de habernos dedicado tiempo para mirarnos, entonces comenzamos a trabajar en nuestro cambio. Si sabemos que debemos pedirle perdón a alguien, lo hacemos, si sabemos, que necesitamos perdonar a alguien que quizás nunca nos pidió perdón o lo hizo hace mucho tiempo y no lo perdonamos, debemos hacerlo, incluso dar el primer paso y arreglar lo que está mal. Si sabemos que necesitamos dejar ir a personas que nos lastiman, debemos aprender a soltar, sin rencor, sin ira, sino con paz, sabiduría y amor.

Si sabemos que hay situaciones que nos hacen explotar, entonces debemos de calmarnos, respirar profundo y llevar cautivos nuestros pensamientos a la obediencia de Cristo. Si sabemos que estamos siendo adictos a algo, debemos buscar dirección de Dios, ayuda con personas que sepamos que nos van a ayudar y por supuesto, poner por completo de nuestra parte y tener dominio propio para comenzar a vencer aquello que nos daña.

No sé cuál sea tu situación, pero es importante ser valientes y accionar, hacer lo que debamos hacer, lo que el Señor en oración nos dijo, aquello que sabemos que nos va a dar paz y que va a permitir que esas cosas del pasado que no nos dejaban avanzar completamente, se vayan y poder ser personas renovadas, cuyo pasado no nos define, sino que más bien nos sirve de testimonio para otras personas que puedan pasar por lo mismo o algo similar.

Cuando entendemos que todas esas etiquetas y daños del mundo no nos pertenecen, porque Cristo nos amó y nos sigue amando, entonces podemos empezar a vernos de otra manera, comenzamos no solo a leer su palabra, sino a cumplirla, comenzamos a parecernos más a Cristo, pero eso sí, sin arrastrar nuestro pasado, sino estando en paz con todo aquello que habíamos vivido, siendo limpios y guardados para Dios.

Espero que este devocional te ayude en tu proceso de sanidad y que seas libre en el nombre de Jesús. Somos vida por aquel que la dio por nosotros, por aquel que nos salvó, JESÚS.