Sanando InternamenteMuestra

Reconocer
Como seres humanos, nuestros corazones están llenos de emociones, pensamientos y sentimientos que la mayor parte del tiempo, no podemos dominar y esto influye en lo que somos y lo que hacemos. Nuestras actitudes y forma de ser, están determinadas por todo aquello que hemos vivido y deja marcas en nuestro interior.
Así que, si es muy importante y necesario que nuestra alma sea sanada y renovada por el Espíritu Santo necesitamos ser completamente libres, pero, ¿cómo?
Una de las primeras cosas que debemos hacer es reconocer. Es por ello que debemos de hacer una introspección, es decir, una mirada hacia adentro, hacia esos sitios profundos de nuestro interior, hacia aquellas cosas que quizás alguna vez decidimos nunca volver a recordar, pero que en lugar de sanar, solo las dejamos escondidas en un estante, como si ignorar aquello, nos hiciera libres. Pero lo cierto es que continúa allí, latente, esperando algo para volver a estallar y quedar nuevamente en mil pedazos. Y, luego de que eso pasa, volvemos a sentirnos mal, volvemos a desanimarnos o desenfocarnos, volvemos a reprochar, ¿por qué? Porque nunca sanamos la herida, sólo la escondimos, y necesitamos sanar para avanzar, para superar y ser libres.
Jesús es nuestro sanador por excelencia, él quiere sanar nuestra alma. Necesitamos volver a nuestro refugio eterno, nuestro lugar de deleite, la búsqueda en oración y comenzar con el primer paso: reconocer quiénes somos y qué hay en nuestro interior.
El día de hoy te invito a tomar papel y lápiz y escribir, sin miedos, sin vergüenzas, todo aquello que aún te duele, todo aquello que aún te asusta, trauma, todo aquello que detona algo en ti que sabes que no está bien. El primer paso en nuestro plan es reconocer y ser sinceros con nosotros mismos delante de Dios.
Cuando el corazón está herido y no lo percibimos, actuamos bajo los pasos del dolor no atendido, de un grito escondido. No actuemos bajo el dolor, actuemos desde la sanidad.
Acerca de este Plan

Cuando llegamos a los pies de Cristo, llegamos rotos, con heridas, dolores, quebrantos, con historias tristes y ocultas a nuestras espaldas, con penas, tristezas y vergüenzas. Solo en su presencia, nuestros corazones quebrantados encuentran refugio y sanidad. En este devocional estudiaremos formas para sanar nuestra alma y ser libres.
More
Nos gustaría agradecer a María Leal por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/mariaald?igsh=MTJ4cmt6M2FuMzAyZQ==
Planes relacionados

Vivir Con Propósito Y Sabiduría Considerando La Eternidad De Dios

¿Cuánto Pesa Tu Carga?

Aliento Para Tiempos Difíciles

Fortalece Tu Fe #2 - Dios Te Ama

Todo Comienza Pequeño

Una Actitud De Fe

Soy Fuerte en El Señor

¿Qué Pasaría Si... Dios Tiene Otros Planes?

De Muerte a Vida: Un Regalo Inmerecido De La Gracia De Dios
