¿Cómo Vive Un Discípulo De Cristo?Muestra

5. Siempre amando

9 No finjan amar a los demás; ámenlos de verdad. Aborrezcan lo malo. Aférrense a lo bueno.10 Ámense unos a otros con un afecto genuino y deléitense al honrarse mutuamente

Ya vamos llegando casi al final de nuestro pasaje, y cada día hemos ido añadiendo un nuevo desafío a nuestro caminar como discípulos de Cristo.

El amor siempre debería ser el motor de todo lo que hacemos para Dios y para quienes nos rodean, siempre nos llevará a transitar por un camino de excelencia en todas las áreas.

El llamado insistente del apóstol a no fingir, a amar de verdad, y que el afecto sea genuino, deja en evidencia, que se puede aparentar amar, tal vez por un tiempo, pero al final lo verdadero siempre termina saliendo a la luz. La única forma de que nuestro amor sea genuino, es que brote del amor que Dios ha derramado en nuestros corazones, como discípulos de Cristo debemos permanecer siempre amándonos los unos a los otros, deleitándonos en honrar a los demas, reconociendo la obra de Dios en sus vidas.

6. Siempre con gozo

11 No sean nunca perezosos, más bien trabajen con esmero y sirvan al Señor con entusiasmo.12 Alégrense por la esperanza segura que tenemos. Tengan paciencia en las dificultades y sigan orando. perseverando en el sufrimiento, dedicados a la oración, 13 Estén listos para ayudar a los hijos de Dios cuando pasen necesidad. Estén siempre dispuestos a brindar hospitalidad.

El gozo no es una emoción dependiente de factores externos, tampoco es fruto de nuestros esfuerzos, es el fruto del Espíritu Santo que mora en todo seguidor de Jesucristo y que brota de las convicciones que vamos abrazando en la medida que vamos conociendo más a nuestro Señor.

Servir sin pereza sino con entusiasmo, alegres y con paciencia porque tenemos una esperanza, sin dejar de clamar en medio de las dificultades, con toda disposición obedeciendo a Dios en lo que nos mande y listos para extender una mano a los que lo necesiten, son las palabras de ánimo que el apóstol nos transmite.

El gozo del Señor es nuestra fuerza dice Nehemías, que relevante se torna que podamos servir a Dios con gozo en nuestros corazones. En el momento que dejemos de disfrutar el estar siguiendo y sirviendo a Jesús, será la mayor evidencia de que nuestras motivaciones están fuera de orden, debemos vigilar de no estar haciéndolo por motivos incorrectos.

¿Has perdido el gozo al servir al Señor? ¿Estás experimentando frustración o confusión en relación al llamado de Dios a tu vida? ¿Tu relación con Dios fue mejor antes que hoy?

Tal vez sea tiempo de hacer una pausa, para escuchar su voz, para calibrar tus motivaciones, y fijar tus ojos en el Señor, antes de continuar pídele que renueve ese gozo y comprobarás el cambio en tu vida.

Oremos: Señor, gracias por mostrarme cuán importante es para ti el amor. Ese amor que te llevó a dar tu vida por mí en la cruz, es el amor que anhelo reflejar y mostrar a mis hermanos en Cristo, que tu amor siempre sea la mayor motivación en todo lo que haga, quita todo deseo egoísta, que siempre pueda disfrutar vivir para ti, y servirte. No dejes que la amargura o la frustración tengan lugar, sino que el gozo brote siempre de mi corazón. Gracias por tanto amor, amén.