¿Cómo Vive Un Discípulo De Cristo?Muestra

Introducción:

Comenzamos con el versículo 1 del capítulo 12, donde el Apóstol hace un cambio en relación a lo que venía diciendo en la carta.

1 Por lo tanto, amados hermanos, les ruego.

La frase “por lo tanto”, abre este capítulo, pero, ¿qué venía diciendo el apóstol en el capítulo anterior? Retrocedamos un poco en el texto, y veamos los últimos versículos del capítulo 11.

33 ¡Qué grande es la riqueza, la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Es realmente imposible para nosotros entender sus decisiones y sus caminos!

34 Pues, ¿quién puede conocer los pensamientos del Señor?
¿Quién sabe lo suficiente para aconsejarlo?
35 ¿Y quién le ha entregado tanto para que él tenga que devolvérselo?

Ya lo había dicho el profeta Isaías, el capítulo 55 dice:

8 «Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos—dice el Señor—.
Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse.
9 Pues así como los cielos están más altos que la tierra,
así mis caminos están más altos que sus caminos
y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos.

Y el apóstol continúa.

36 Pues todas las cosas provienen de él y existen por su poder y son para su gloria. ¡A él sea toda la gloria por siempre! Amén.

Por lo tanto, y debido a todo lo que acabamos de leer, deberían producirse cambios de manera progresiva en nuestras vidas como seguidores de Cristo, nuestra santificación será la mayor evidencia de su obra en nosotros, de este capítulo se desprende cual debe ser la actitud del creyente en relación a Dios, nuestros hermanos, y a la sociedad en que vivimos, que estaremos revisando durante los siguientes días. ¿Te animas?

Oremos: Amado Padre, qué maravilloso es comprobar a través de tu Palabra cuán grande eres, que todo viene de ti, y todo ha sido creado para tu gloria. Ayúdame a reconocerte en todos mis caminos, y a vivir como un seguidor que honra y glorifica tu nombre en todo. Te amo Señor, amén.