Esta Vez Le AlabaréMuestra

Día 3. Gato por Liebre

¿Alguna vez has escuchado la frase: “ME METIERON GATO POR LIEBRE” ? Esta expresión significa que se ha engañado con mala fe, es decir, que se ha producido un engaño a propósito. Esta expresión surgió en la edad media. Existía la creencia de que en las tabernas, posadas, mesones y puestos ambulantes se servía carne de gato, pero se la hacía pasar por carne de liebre, conejo o cabrito, que era mucho más valiosa. Literalmente se les daba "gato por liebre". En nuestra actualidad, dicho refrán se refiere a cuando alguien te ofrece algo con engaño y termina entregándote otra cosa.

Al pasar los 7 años de aquel compromiso, lleno de arduo trabajo por parte de Jacob sin recibir paga alguna por parte de su tío y futuro suegro Labán, este vio que todo lo que Jacob hacía prosperaba, le fue mejor año tras año teniéndolo a cargo de sus negocios. Puedo imaginar esos 7 años a Jacob regalándole flores y detalles a Raquel, llenándola de palabras dulces, llevándole serenatas, activando el modo romántico, y por otro lado, estaba LEA sin nadie que la cortejara; veía las risas de la pareja de novios y ¡caramba! Como deseaba estar en el lugar de su afortunada hermana Raquel. Sin duda, deseaba tener a alguien que la amara así; 7 años y nadie se le acercó ni la pidió en matrimonio. A veces, nos sentimos así una gran temporada de nuestras vidas, viendo a lo lejos como otros tienen la vida que soñamos tener, viendo como pasan los años y seguimos “esperando”, bien sea por una pareja, una oportunidad en el trabajo o ser un líder en la iglesia, un espacio en la familia, el respeto de los demás, la admiración de los tuyos o la estabilidad económica que tanto anhelamos.

7 años pasaron con una Raquel siendo enamorada por un Jacob apasionado, 7 años que LEA sufría en silencio, pero lo que ella jamás imaginaba era que las cosas cambiarían de un momento a otro. Su papá ideó una estrategia para el día de la boda esperada por Jacob, donde recibiría a su amada Raquel. Este tomó una decisión, y como el edicto de un rey, se escuchó su voz firme en esa habitación:“LEA ES QUIEN SE CASARÁ HOY CON JACOB”. Un silencio se sintió en aquella hora; Raquel probablemente se quejaba y lloraba, Lea Estaba asombrada, pero Labán estaba haciendo uso de la autoridad que representaba en su casa, sin ser cuestionado y para su propio beneficio, le metió “GATO POR LIEBRE” a nuestro amigo Jacob.

Llegada la hora de la boda, todo funcionaba de maravilla para Jacob, hasta llegar el momento de “consumar el matrimonio”. Dadas las costumbres de la época y con algunas copas de vino encima, Jacob jamás se dio cuenta de que se casaba con la de “ojitos tiernos”. Esa noche en el lecho nupcial disfrutaron de la “Noche de Bodas”, y puedo una vez más imaginar a LEA con la emoción, por un lado, de sentirse amada por un hombre (aunque fuera con trampa), y por otro lado, el hecho de que estaba en esa cama intimando con un hombre que no la había escogido, ni mucho menos la había enamorado ni pretendido. Para Jacob, esa noche se había completado tanto trabajo y esfuerzo por su gran amor, por Raquel.

Al siguiente día Jacob se da cuenta que quien está en su lecho es LEA y no su amada, esto le molestó mucho y quiso que le arreglaran ese “detallazo”, pero Labán le dijo: “Relax, aquí la costumbre es que se case la mayor primero y después la menor”, y con astucia logró que Jacob trabajara para él nuevamente, entregándole a Raquel por adelantado, pero con un contrato firmado por otros 7 años más de labores gratis.

Ese día fue todo un revuelo familiar; quizá Raquel lloraba, Labán festejaba, LEA entre risas y preocupaciones ya había sido mujer de Jacob, quien por su lado en cierta manera estaba feliz porque tendría el amor de un hombre, eso que tanto anhelaba, (quizás no como ella soñó en un momento), pero al final estaba dada como esposa a un hombre que debía cuidarla, darle amor, cariño, comprensión, respeto, entre tantas cosas, ya era alguien, era la “esposa de Jacob”.

¿Has logrado tener algo que tanto deseabas y amabas, pero por medios equivocados?

¿Has estado viviendo con alguien simplemente porque se vieron en la necesidad de casarse por algún error?

¿Has tenido ese empleo que deseaste, pero a costa de desprestigiar a quien lo ocupaba anteriormente?

¿Has logrado servir en el ministerio de la iglesia que tanto soñaste, ocupando el lugar de alguien que cometió un error y de no ser así no serías tomado en cuenta?

Yo lo he vivido y, créanme, al principio se siente bien, como un logro, una victoria, y aunque no era el medio para haber tenido lo que tuve, esa sensación al principio se siente bien por dentro, pero al final el sabor fue muy amargo.