Día Global de Oración Universitaria: Guía de Oración de 40 DíasMuestra

Día 10: El Arrepentimiento Abre Camino al Espíritu

“Reconocemos, oh Jehová, nuestra impiedad, la iniquidad de nuestros padres; porque contra ti hemos pecado.”
— Jeremías 14:20

Sabemos que nuestro pecado puede ser un obstáculo para el Espíritu Santo. La confesión y el arrepentimiento nos liberan, pues a medida que Jesús limpia nuestro pecado, se genera más espacio para que el Espíritu se derrame. Esto es cierto tanto a nivel individual como colectivo.

Como Jeremías, Moisés, Daniel, Nehemías y otros, en la oración podemos asumir la responsabilidad colectiva de nuestras naciones y comunidades. Este es el principio de identificación en la intercesión y es una parte importante al orar por un avivamiento. Los profetas lamentaban los pecados de la nación mientras clamaban a Dios—piensa en Habacuc orando en la muralla de Jerusalén.

¿Qué pecados históricos y contemporáneos nos impiden recibir en mayor medida el favor de Dios? ¿Los puedes identificar? A menudo se observan patrones evidentes, tales como codicia, corrupción e injusticia, que reflejan la obra del enemigo; pero pregúntale a Dios si existen formas aún más sutiles, tan familiares para nosotros que apenas podemos identificarlas.

A veces, nuestras comunidades de fe participan en estos patrones sutiles de pecado sin siquiera reconocerlo. Los avivamientos, tanto modernos como históricos, siempre han sido precedidos por temporadas de arrepentimiento. El arrepentimiento surge después de un mayor conocimiento y revelación de parte del Señor acerca de cómo orar.

Hay un verdadero poder espiritual en reconocer la maldad, la injusticia y el pecado. El mal ama permanecer oculto en las tinieblas. Sacar nuestro pecado colectivo a la luz permite que la luz sanadora de Cristo entre en esas personas, patrones y fortalezas. Dios ama la humildad, y el enemigo no puede actuar en medio de ella. Al confesar, comenzamos a ser sanados. Malaquías 4:6 y 2 Crónicas 7:14 sugieren que una postura de humildad conducirá a la sanación de la tierra. La humildad para arrepentirnos en nombre propio, de nuestra comunidad local y de nuestro país, puede traer gran libertad y dar la bienvenida al Espíritu Santo.

PUNTOS DE ORACIÓN:

• Acércate al Señor. Pregúntale cómo arrepentirte como de ciudadano de tu país.
• Arrepiéntete activamente en respuesta a la guía de Dios.
• Ora para que Dios derrame Su Espíritu Santo sobre nosotros y nos conceda un carácter semejante al de Cristo.

Por Connie Anderson (Connie es la directora nacional de oración intercesora para InterVarsity Christian Fellowship. Casada hace 32 años, ella y su esposo viven cerca de sus hijos y nieto en Colorado.)