Sembrando Sueños De DiosMuestra

“Dios nunca llega tarde”

“Marta le dijo a Jesús: ―Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto (‭‭Juan ‭11‬:21‬ ‭NBV).‬‬

Un diagnóstico médico desesperanzador. Una deuda cada vez más grande. Una respuesta inesperada. Un error que termina una relación. Y la lista es infinita.

¿Acaso Dios no me escucha? ¿Será que no le interesa saber cómo estoy? ¿Por qué Dios no quiere ayudarme?

Marta y María sintieron exactamente esto. Ellas conocían a Jesús, junto a su hermano Lázaro eran sus amigos, pero en el momento en que más lo necesitaban, Jesús no había llegado a tiempo. O eso era lo que ellas creían…

También lo sé porque estuve ahí y suelo volver a estar ahí generalmente. Son situaciones que nos quiebran, nos llevan a nuestro límites, y muchas veces no podemos ver la salida. Al menos no la salida natural, humanamente posible.

Quiero decirte algo: ESTÁS EN EL ESCENARIO PERFECTO PARA QUE DIOS ENSANCHE TU FE.

Dios es experto en desafiar nuestros límites. Él sabe muy bien dónde estamos y a dónde somos capaces de llegar si confiamos en Él.

Me impacta la vida de Gedeón en Jueces 6, escondiendo trigo para que su pueblo no muera de hambre, y Dios le sale al encuentro y lo llama “valiente”. Es que en realidad lo era, o al menos ese era su potencial.

A los ojos de las personas Gedeón sólo intentaba salvar lo poco que tenían, pero Dios mira el corazón, y al hacerlo vio a un hombre valiente dispuesto a jugarse la vida por salvar a su gente. Dios vio su potencial y desde ese día no paró de desafiarlo. Lo llevó al punto de quedarse con un ejército muy chico para que cuando gane la batalla no pueda decir que fue mérito de números y fuerza. Dios, literalmente, peleó por ellos y les entregó una batalla ganada. Cuando quisieron pelear, no encontraron más que un enemigo rendido.

Eso es exactamente lo que hoy Dios quiere hacer contigo: desafiarte y llevarte a tus límites, romper tus esquemas.

La pregunta es, ¿vas a dejar que lo haga para ir a un nivel más de fe o vas a quedarte dónde estás?

Oración:
Señor, gracias por las pruebas, porque ellas me ayudan a crecer. Gracias porque sé que Tú tienes la salida para este problema y confío en que nada se escapa de tus manos. Sé que tu plan es perfecto y eres Tú quien gana la batalla si yo me rindo a tus pies. Te amo, amén.