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Dios Usa Nuestros Sufrimientos Para Un PropósitoMuestra

Dios Usa Nuestros Sufrimientos Para Un Propósito

DÍA 4 DE 4

David: Ungido, pero perseguido

David fue ungido como rey siendo joven, pero no tomó el trono de inmediato. Pasó años huyendo de Saúl, escondiéndose en cuevas, enfrentando traiciones y viviendo como un fugitivo. ¿Por qué Dios permitió tal sufrimiento si ya lo había escogido como rey?

Porque antes de ponerle una corona en la cabeza, Dios necesitaba poner humildad en su corazón. En esos años de prueba, David aprendió a depender del Señor, a escuchar Su voz y a esperar en Su tiempo. Muchas de las más hermosas alabanzas del libro de los Salmos nacieron en ese período de aflicción.

“Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará el Señor" (Salmo 34:19.)

El apóstol Pablo: Aflicción como escuela de poder

Pablo, el gran apóstol de los gentiles, no fue ajeno al sufrimiento. Fue golpeado, encarcelado, naufragó, fue perseguido y vivió constantemente en peligro. Y sin embargo, él mismo testificó:

“Me fue dado un aguijón en mi carne... para que no me enaltezca sobremanera" (2 Corintios 12:7).
Y agregó más adelante:
“Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte" (2 Corintios 12:10).

La aflicción enseñó a Pablo que el poder de Dios se perfecciona en la debilidad. Que no se trata de su fuerza, sino de la gracia que lo sostenía cada día.

Jesús: El sufriente redentor

El ejemplo supremo es Cristo mismo. Jesús, el Hijo de Dios, el único sin pecado, sufrió el mayor dolor, el mayor rechazo y la más cruel de las muertes. No por error ni por accidente, sino por amor y obediencia :“Aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia" (Hebreos 5:8). El sufrimiento de Jesús no solo redimió nuestras almas, sino que nos mostró el camino a seguir: humildad, entrega, confianza absoluta en el Padre, incluso cuando el dolor es intenso.

Como puedes ver querido lector, Dios no se complace en vernos sufrir. Pero usa el sufrimiento como parte de Su pedagogía divina. La aflicción tiene varios propósitos:

  • Purificar nuestro corazón. El fuego revela lo que realmente somos y elimina lo que sobra.
  • Formar carácter. Nos hace más humildes, más compasivos, más dependientes de Dios.
  • Redirigir nuestro camino. Muchas veces la aflicción nos despierta del letargo espiritual y nos guía de vuelta a Su voluntad.
  • Prepararnos para mayores responsabilidades. Antes de utilizarnos, Dios nos forma. Antes de enviarnos, nos quebranta.
  • Fortalecer nuestra fe. Porque en la prueba, aprendemos que Su gracia es suficiente.

Queridos amigo/a, espero que estas reflexiones hayan sido de bendición para tu vida como lo ha sido para la mía. El deseo de mi corazón y oración por ti, es que el Señor te siga bendiciendo en la revelación de su grandeza.

¡Hasta una próxima oportunidad!

Con amor en Cristo,

Pr. Juan Carlos Calle y equipo Conectar Global

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Acerca de este Plan

Dios Usa Nuestros Sufrimientos Para Un Propósito

En el Salmo 119: 71. El salmista describe que el sufrimiento, el haber sido afligido por el Señor, le hizo bien porque le enseñó a prestar atención a Sus decretos. La palabra hebrea para aflicción, en el original, significa incomodar, tallar, someter, castigar, machacar, debilitar, humillar y deprimir. Y de acuerdo al testimonio del salmista, todo esto le sucedió con un propósito en Dios.

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