La gracia del perdónMuestra

El proceso del perdón

El perdón no siempre ocurre de inmediato. En muchas ocasiones, requiere un proceso de sanidad, reflexión y entrega a Dios. Para perdonar de verdad, necesitamos entender nuestras emociones y aprender a manejarlas.

Cuando alguien nos lastima, solemos reaccionar de tres maneras:

1. Huir: Ignorar la herida y fingir que no pasó nada.
2. Atacar: Buscar venganza o devolver el daño recibido.
3. Perdonar: Elegir sanar y seguir adelante.

Jesús nos llama a la tercera opción. Él nos enseñó que el perdón no lleva cuentas pendientes, sino que borra la deuda y nos da libertad.

El proceso del perdón implica varias etapas:

• Reconocer el dolor: No podemos sanar lo que no admitimos.
• Expresar lo que sentimos a Dios: Llevar nuestra carga en oración.
• Tomar la decisión de perdonar: No esperar a "sentirnos listos", sino actuar con fe.

Perdonar no es fácil, pero con Dios es posible. Cuando nos cuesta soltar una herida, podemos recordar cuánto nos ha perdonado Dios. Su amor nos da la capacidad de hacer lo mismo con los demás.

Aplicación práctica:

Reflexiona en qué etapa del proceso del perdón te encuentras. Escríbelo en un diario y ora pidiendo a Dios que te ayude a avanzar.