Afilando mi espadaMuestra

En Apocalipsis 9, las trompetas quinta y sexta traen juicios más intensos sobre la humanidad. La quinta trompeta libera una plaga de langostas desde el abismo, que simbolizan fuerzas demoníacas que atormentan a quienes no llevan el sello de Dios. La sexta trompeta desata a cuatro ángeles que han estado atados junto al río Éufrates, lo que da como resultado una guerra devastadora que mata a un tercio de la humanidad. Sin embargo, el pasaje también subraya que, a pesar de los juicios, la humanidad persiste en su pecado y no se arrepiente.

Que esta lectura nos impulse a reflexionar sobre nuestra actitud ante el llamado de Dios al arrepentimiento.

Apocalipsis 9 es un llamado de atención para considerar las consecuencias de alejarnos de Dios. Las imágenes de langostas y ejércitos nos recuerdan la realidad espiritual de la batalla que se libra en el mundo, no solo en el ámbito físico, sino también en el espiritual. Aquellos que no están sellados con el sello de Dios son vulnerables a estos ataques.

Este pasaje pone de relieve la urgencia de una relación auténtica con Cristo, quien nos sella con su Espíritu y nos protege del mal. La falta de arrepentimiento de la humanidad, incluso después de experimentar grandes tribulaciones, nos muestra cuán endurecidos podemos estar frente al llamado de Dios.

Hoy, somos invitados a reflexionar sobre nuestra disposición a arrepentirnos y volvernos a Dios, recordando que la gracia y la protección divina están disponibles para aquellos que buscan refugio en Él. No debemos esperar a que lleguen los juicios para reconocer nuestra necesidad de su misericordia.