Afilando mi espadaMuestra

En Apocalipsis capítulo 10, Juan tiene una visión de un ángel poderoso que desciende del cielo con un libro pequeño en su mano. El ángel pone un pie sobre el mar y otro sobre la tierra, demostrando autoridad sobre toda la creación. A continuación, Juan escucha siete truenos, pero se le prohíbe escribir lo que han dicho. El ángel anuncia que ya no habrá más demora y que el misterio de Dios se cumplirá cuando suene la séptima trompeta. Finalmente, Juan recibe instrucciones de comer el pequeño libro, lo que da como resultado una experiencia dulce y amarga al mismo tiempo.

Al leer este capítulo, piensa en la soberanía de Dios, y el poder que Él tiene.

Este capítulo es un recordatorio de la soberanía y el poder de Dios sobre el destino del mundo. El ángel, con un pie sobre el mar y otro sobre la tierra, representa el control absoluto de Dios sobre todas las cosas, un consuelo para los creyentes en tiempos de tribulación.

El pequeño libro que Juan debe comer, dulce en la boca pero amargo en el estómago, refleja la realidad del mensaje de Dios: su palabra es dulce, pero también trae advertencias difíciles y juicios que son amargos. A veces, el llamado de Dios en nuestras vidas nos llena de gozo, pero también nos desafía a enfrentar verdades incómodas y situaciones difíciles.

Como creyentes, debemos estar preparados para aceptar todo lo que implica seguir a Cristo, tanto lo dulce como lo amargo. La fe en Jesús no elimina las dificultades, pero nos asegura la victoria final cuando su reino se establezca por completo.