Afilando mi espadaMuestra

Apocalipsis 11 presenta una de las visiones más significativas del libro, centrándose en el templo de Dios y dos testigos que profetizan durante un tiempo determinado. El capítulo inicia con la medición del templo, un acto que simboliza la protección de Dios sobre su pueblo y su presencia en medio de la adversidad. Luego, los dos testigos son enviados para profetizar con poder y autoridad, capaces de obrar milagros y atar a la creación. Sin embargo, tras su testimonio, son asesinados por la bestia, y su muerte es celebrada por aquellos que se oponen a Dios. Pero, al tercer día, son resucitados y ascendidos al cielo, manifestando así la victoria de Dios sobre la muerte y el mal.

Piensa en estos dos testigos; al leer el capítulo, reflexiona en la forma en la que tú podrías permanecer firme en medio de dificultad.

El mensaje central de Apocalipsis 11 es la fidelidad de Dios y la certeza de su victoria. Los dos testigos representan a la iglesia, llamados a proclamar la verdad en medio de un mundo hostil. Aunque el testimonio de estos dos hombres es rechazado y silenciado, su resurrección es un poderoso recordatorio de que la muerte no tiene la última palabra.

En nuestros días, podemos encontrar semejanzas en la forma en que los cristianos son perseguidos y marginados por su fe. Sin embargo, este capítulo nos anima a ser valientes y perseverantes en nuestra proclamación del evangelio, incluso en circunstancias adversas. La resistencia y el testimonio de la iglesia no son en vano; cada palabra y acción son parte del plan soberano de Dios.

Al final, seremos testigos de la gloria de Dios manifestándose en nuestras vidas, así como en la historia, recordándonos que la esperanza en Cristo es nuestra fortaleza en medio de cualquier dificultad.