Afilando mi espadaMuestra

Romanos 5 nos llena de gozo y esperanza porque ahora podemos tener paz con Dios. Esta paz no es algo temporal o condicional sino un estado permanente de reconciliación que no depende de nuestras circunstancias o emociones. Saber que a través de Cristo podemos estar junto a Dios, nos permite enfrentar las pruebas con una perspectiva diferente sabiendo que Dios está obrando en nosotros a través de ellas, moldeando nuestro carácter y fortaleciendo nuestra esperanza.

La justificación por la fe nos asegura que Dios ya ha obrado en nosotros y que la obra de Cristo ha abierto una nueva realidad: una vida de esperanza que nos da seguridad en la salvación que tenemos en Él. En medio de cualquier prueba, que esta verdad nos sostenga, sabiendo que el amor de Dios nunca nos abandona y que nuestra esperanza en Él es firme y segura.