Para Un Tiempo Como EsteMuestra

"Y todos los que habían creído eran de un solo corazón y de una sola alma, y nadie decía que ninguna de las cosas que le pertenecían era suya, sino que tenían todo en común. Y con gran poder los apóstoles estaban dando su testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y gran gracia estaba sobre todos ellos" (Hechos 4:32-33).

Me gustaría señalar algunos puntos clave en esta Escritura, en lo que se refiere a nuestras oraciones. Concéntrese en el hecho de que la gente "tenía un solo corazón y una sola alma" y "tenía todo en común". En esta época de individualismo, es difícil comprender lo significativo que es. Desafortunadamente, los líderes de las sectas han pervertido la idea de tener "todo en común" como un medio para controlar a las personas y llevarlas por un camino destructivo. Debido a esto, nos asustamos de pensar en ello y nos perdemos el verdadero tesoro del que habla.

Cuando este relato estaba siendo visto y experimentado en la Iglesia primitiva, había una razón por la que su comunidad era unida y tenía todas las cosas en común. Una de las principales razones es que fueron perseguidos y excluidos del mundo religioso dominante en el que vivían. Tenían que unirse para sobrevivir. A medida que la Iglesia se expandió, la parte de la convivencia y el hecho de poner todas las propiedades y recursos a los pies de los Apóstoles para su distribución, se hizo menos práctica. Pero el verdadero entendimiento, la verdad de mantener todas las cosas en común más allá de la distribución de alimentos y demás, la verdad que tú y yo debemos entender, es que lo único que nos une y tenemos en común es Jesucristo. Lo que tenemos en común en Él es que todos estamos desesperadamente perdidos sin Él. Todos éramos pecadores destinados al infierno hasta que Él intervino y nos salvó por Su gracia. Ninguno de nosotros merece esto. Tenemos esto en común. El hecho de que nuestra alma eterna sea salva, asegurada y reformada para servirle es común entre nosotros, aunque podamos servirle de maneras diferentes a las de los demás. Los aspectos más importantes de nuestro corazón y alma están en común con aquellos de nosotros que somos verdaderos creyentes y seguidores de Jesucristo. Puesto que este es el caso, y conduce a algo asombroso, entonces, ¿no crees que el Cuerpo de Cristo, la Iglesia, ¿debería esforzarse por tener un corazón y un alma juntos?

A lo largo de los años, me he preguntado por qué algunas personas tienen oraciones más dinámicas que otras. Al mirar a estas personas, he visto a individuos que tienen una fe simple, pero pura. Sus oraciones son sencillas. Oran con amor y un profundo agradecimiento por simplemente presentarse ante el Rey de Reyes. Son vistos como guerreros de oración. Pero yo los veo como modelos de oración. ¿Qué hay en el corazón de estas personas? Veo un corazón y un alma puros que son comunes con ellos.

¿Qué quiero decir con un corazón y un alma puros? Empecemos por entender el alma de una persona. Watchman Nee en sus escritos de El Hombre Espiritual declara:

"Todo lo que está incluido en la personalidad del hombre, es decir, cada elemento que lo constituye como hombre, es una parte del alma. Su intelecto, su mente, sus ideales, su amor, sus estímulos, su juicio, su voluntad, etc., son todas partes del alma".

En otras palabras, nuestra alma es nuestro ser único. Nuestra alma es eterna al igual que nuestro espíritu. Seremos identificables en el cielo por nuestra alma. Las personas reconocerán a otros que han conocido en esta vida y los conocerán en el cielo gracias a nuestra alma. Seremos individuos en el cielo como lo somos en esta vida. Pero todos tendremos esto en común. Estaremos allí gracias a la gracia de Dios y a la expiación de Jesucristo.

Nuestro corazón es el lugar donde se forman la compasión y la comprensión. El corazón es nuestro centro de emociones y afecto. El corazón es vivificante y complejo. Es visto como un símbolo de amor. Pero se ve con mayor precisión como la condición de la salud espiritual de una persona. Un corazón bueno o malo generalmente clasifica a una persona como buena o mala. Por lo tanto, nuestro corazón espiritual es algo que debemos proteger, pero también debemos regalar a los demás si tenemos un buen corazón.

Ahora conectemos esta información con nuestra vida de oración. Centrémonos en la causa y el efecto de los corazones y las almas buenos unidos por lo que tenemos en común con Jesucristo. Fíjate en el efecto:

"Y con gran poder los apóstoles daban su testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y gran gracia estaba sobre todos ellos".

Conozco la gracia de Dios para mí es indescriptible. No puedo superarla. Pero experimentar la "gran gracia" como se habla aquí me deja boquiabierto. A pesar de que es difícil captar una gracia más grande que la que he experimentado, creo que se nos está diciendo que hay aún más de lo que hemos experimentado, y está esperando que nos apropiemos de ella. Creo que estamos en un momento en el que necesitamos ir a la sala del trono de Dios y tomar esta gracia mayor que Él nos está extendiendo. Oremos con un solo corazón y alma y pidamos a nuestro Rey que envíe un avivamiento a Su Iglesia... y dejar que comience en ti y en mí.