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Dios, ayúdame, estoy de lutoMuestra

Dios, ayúdame, estoy de luto

DÍA 5 DE 5

El duelo influye en nuestro crecimiento

Cuando afrontamos el dolor de perder a un ser querido, cambiamos y crecemos durante el proceso. Tal vez por eso nuestro Salvador, Jesús, fue descrito como «un hombre de sufrimiento y familiarizado con el dolor» (Isaías 53:3). Su carácter fue formado y moldeado por lo que experimentó. Él sabe por lo que pasamos cuando nos afligimos, y es capaz de compadecerse de nosotros en nuestros momentos de dolor más profundo. Confía en él para que te ayude en el proceso de duelo.

Así como el proceso de duelo es personal para los adultos, también lo es para los niños y adolescentes. Puede ser difícil medir cómo se sienten realmente los jóvenes y si están procesando adecuadamente sus sentimientos de pérdida. Los adultos tienen la responsabilidad de proporcionar un entorno seguro y de apoyo para que los jóvenes sanen de la pérdida. Un factor muy importante que hay que tener en cuenta es el desarrollo cognitivo, emocional y espiritual de cada niño. Cada niño es diferente y debe permitírsele expresar su dolor a su manera y en su momento.

Los jóvenes pueden tener dificultades para verbalizar sus sentimientos de pérdida. Para hacer frente a su dolor, pueden desarrollar comportamientos considerados inapropiados por los adultos. Pueden mostrar ira hacia quien o quienes crean que son responsables de su pérdida. Pueden sentir la necesidad de convertirse en cuidadores de otros. También pueden tener dificultades para concentrarse en la escuela, las tareas domésticas y otras tareas necesarias.

Ten paciencia y muéstrate abierto a adaptarte a las necesidades individuales de un niño o joven en duelo. En cada etapa de la vida y del desarrollo es vital recordar que no hay una forma correcta de vivir el duelo ni una manera incorrecta de vivirlo. Solo existe tu manera de pasar por el duelo.

El duelo es inevitable. Es una respuesta normal a la pérdida de un ser querido. Es un proceso profundamente personal, y nos cambia. El duelo toma tiempo. Sé paciente contigo mismo y con quienes sufren, y apóyate en Dios para que te ayude a superar el dolor. A medida que te sometas a Él, te restaurará y te fortalecerá. Él te ama.

Este plan devocional se basó en el primer capítulo del libro God Help Me, I’m Grieving: Finding Healing After Loss (Dios ayúdame, estoy de luto: cómo sanar tras una pérdida), de Katherine B. Barner. Para leer más sobre este tema haz clic aquí.

Día 4

Acerca de este Plan

Dios, ayúdame, estoy de luto

Si estás luchando porque estás de duelo, debes saber que no estás solo. Las Escrituras están llenas de ejemplos de personas que experimentaron la muerte de seres queridos. Tanto si tu pérdida es reciente como si no, Dios...

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Nos gustaría agradecer al Dr. Mark Rae y Katherine Barner del Grace Center for Spiritual Development (GCSD) de Grace School of Theology, en colaboración con El Centro Network, por proporcionar este plan devocional. Grace se dedica a desarrollar líderes espirituales en todas las naciones que puedan enseñar a otros el amor de Cristo. Para obtener más información, visite https://www.gsot.edu/center/ y http://www.elcentronetwork.com.

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