[Vida de David] Deja un buen legado espiritualMuestra

Una historia del pasado

¿Alguna vez miras hacia atrás en tu vida y te arrepientes de dónde estabas? A veces vuelvo a mi antiguo vecindario y conduzco por él, encuentro que ciertos lugares por los que paso traen algún tipo de arrepentimiento. Sin embargo, casi instantáneamente recuerdo cómo Dios me ha traído por un largo camino desde donde una vez estuve. Esos paseos al barrio son un gran estímulo para que no me arrepienta de dónde estaba, sino que reflexione sobre lo lejos que he llegado.

Cuando mires hacia atrás, no te arrepientas de dónde estabas, en cambio, reflexiona sobre lo lejos que has llegado. No te detengas en el pasado. Si crees en Jesús, Él ya se ha ocupado de tu pasado. Su muerte en la cruz pagó por todos nuestros pecados. Está terminado. Lo viejo se ha ido y ahora lo nuevo ha llegado, el Kainos, la nueva creación que somos.

Cada ser humano en la tierra, tenemos cosas que lamentamos de nuestro pasado. Sin embargo, no debemos centrarnos en ello. Cuando tales pensamientos comienzan a inundar nuestras mentes, debemos comenzar a pensar en lo lejos que hemos llegado. Fuimos personas diferentes una vez, pero ahora somos quienes somos en Cristo. Cuando recibimos a Jesús como nuestro Salvador, Él nos da nueva vida. Dios es fiel. Cuando venimos a Él, Él nos da una promesa de un futuro y una esperanza.

A Dios le encanta escribir historias del pasado. Vemos muchas de estas historias en la Biblia. José fue vendido por sus hermanos, incriminado por la esposa de su jefe y arrojado a prisión; sin embargo, si seguimos leyendo su historia en Génesis, podemos ver todas las cosas asombrosas que Dios hizo a través de su vida. Lo mismo sucede con Job. Él lo pierde todo y si seguimos leyendo hasta el final del libro de Job, podemos ver su restauración. El mismo tipo de cosas sucedió con Moisés y Pedro: ellos, y otras personas de la Biblia, tienen hermosas historias del pasado.

La historia del pasado más grande de todos los tiempos es la historia de la resurrección de Jesús. La suya es la mayor historia del pasado. Las grandes vidas no siempre tienen grandes comienzos, pero pueden tener un gran final.

¿El comienzo de tu historia será diferente al final? Puede sentirse como la elección más improbable. También lo hizo David. ¡Permite que Dios te lleve, te forme y te haga quien Él quiere que seas!