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Una vida de intimidad con DiosMuestra

Una vida de intimidad con Dios

DÍA 358 DE 365

Ángeles y demonios

“También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo”, Lucas 4:41.

Los demonios decían la verdad acerca de Jesús. Testificaban abiertamente que Él era el Cristo, el Hijo de Dios. Entonces, ¿por qué razón Jesús no les permitía hablar? Porque Dios está interesado no solo en el mensaje sino también en el mensajero.

Jesús no quiere ser promocionado por los demonios, Marcos 3:11-12. Ellos son seres caídos sin perdón que se rebelaron contra Dios deliberadamente, ya que no había quién los tentara cuando pecaron. Adán y Eva, por el contrario, se vieron frente a un tentador: Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al abismo, metiéndolos en tenebrosas cavernas y reservándolos para el juicio”, 2ª Pedro 2:4 (NVI) y Judas 1:6. Satanás quería derrocar a Dios y sentarse en su trono. Billy Graham, en su libro Los Ángeles, dice: “Lucifer...fue creado...para glorificar a Dios. Sin embargo...soñó con reinar en el cielo y sobre la creación en el lugar de Dios. ¡Quería la autoridad suprema! Lucifer dijo: “Subiré al cielo”; “junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono”; “en el monte del testimonio me sentaré”; “sobre las alturas de las nubes subiré”; “seré semejante al Altísimo”, Isaías 14:12-14.

El pecado de Lucifer (Satanás) fue rebelarse contra Dios y su conspiración se extendió a la tercera parte de los ángeles creados, Apocalipsis 12:4. Esto demuestra que nadie peca solo. La influencia del pecado es contagiosa. Por eso no debe ser tolerado. La rebelión y el pecado deben ser juzgados y, cuanto más rápido menos graves serán las consecuencias. Los que pecan contra Dios siguen el principio satánico y, si no se arrepienten, seguirán también su destino: el infierno, Mateo 25:41.

Pablo tampoco permitía que los demonios dieran testimonio del evangelio: “...Una joven esclava que tenía un espíritu de adivinación (decía) Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, y les anuncian a ustedes el camino de salvación...Pablo se molestó tanto que... reprendió al espíritu...Y... el espíritu la dejó”, Hechos 16:16-18 (NVI). No se les permite a los demonios dar testimonio del evangelio o de los siervos de Dios. Ellos son artífices de las artimañas de las tinieblas y luchan para frustrar los planes de Dios. Tratan de arruinar la credibilidad de la Palabra. Engatusan a los hombres y convencen al mundo para que se revuelque en los engañosos placeres del pecado. El pecado es el instrumento de Satanás para anular o destruir las obras de Dios. Por ello, Jesús y Pablo no permitían que los demonios los promocionaran.

Renuncia a toda fuente de ocultismo y a todo espíritu de las tinieblas. Que solo el Espíritu de Dios tome control de tu vida.

“En el nombre de Jesús tomo autoridad sobre mi pasado y deshago toda ligadura con el ocultismo y las tinieblas. Amén”.

Acerca de este Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

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Nos gustaría agradecer a José Luis Cinalli - Silvia López de Cinalli por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelaciudad.com.ar/